Según el reporte, la caída se debió a las preocupaciones por la "desaceleración de la actividad económica de China y las señales de exceso de crudo a nivel global".
Es la octava semana consecutiva en que la cesta venezolana experimenta un declive en su cotización, siendo la caída más pronunciada el 7,4% registrado entre el 6 y 9 de julio.
Desde la primera semana de junio, en la que cerró a 56,73 dólares por barril, ha experimentado un descenso de 19,1%.
El precio promedio para el año 2015 está medido en 49,84 dólares, lo que cubre poco más de 80% del presupuesto nacional, elaborado a partir de un cálculo de ingresos con un barril de petróleo valorado en 60 dólares.
El petróleo venezolano permanecía sobre la barrera de los 50 dólares por barril desde abril, cuando revirtió levemente el franco desplome que inició en junio de 2014, cuando estaba cerca de los 100 dólares.
En enero cayó por debajo de los 40 dólares, lo que llevó al presidente Nicolás Maduro a visitar países productores y aliados políticos como China, Irán, Arabia Saudí, Catar, Argelia y Rusia, en busca de una estrategia conjunta que responda al desplome.
Venezuela, que obtiene 96% de sus divisas de las exportaciones de hidrocarburos, padece desde finales de 2012 una sequía de ese rubro que se ha agudizado y causado la acumulación de deudas comerciales por miles de millones de dólares con proveedores y empresas transnacionales en sectores como alimentos, medicinas, aerolíneas y ensambladoras de autos.
Esto ha desatado una severa crisis de abastecimiento, con la escasez de productos básicos como alimentos y medicinas, por falta de divisas para importar, y ha alimentado una inflación de 68,5% durante 2014, la última cifra suministrada por el Banco Central.
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