El PIB alemán cae un 0,2% y la mayor economía europea bordea la recesión

La locomotora europea, Alemania, está ya al borde de la recesión, después de que su PIB se haya contraído un 0,2% entre octubre y diciembre en relación al trimestre anterior, golpeado por la guerra en Ucrania y la aceleración que esta ha provocado en los precios energéticos. La economía germana venía de avanzar un 0,5% en el tercer trimestre cuando, al igual que el resto de grandes economías de la Eurozona, empezó a notar el frenazo. En el conjunto del ejercicio la actividad creció un 1,8%, una décima menos de lo que su oficina estadística había calculado. 

Según ha informado la Oficina Federal de Estadística (Destatis), "después de que la economía alemana lograse un buen desempeño a pesar de las difíciles condiciones en los primeros tres trimestres, el rendimiento económico disminuyó ligeramente en el cuarto trimestre de 2022".

En concreto, la oficina estadística de la mayor economía europea por tamaño apunta a que el gasto en consumo de las familias y de las empresas, que había apoyado a la economía alemana entre los meses de enero y septiembre, fue menor que en el trimestre precedente. Si la comparación se hace en términos interanuales (en relación al cuarto trimestre de 2021) el PIB alemán apenas avanzó un 0,5% en datos ajustados por precio y un 1,1% ajustados por precio y calendario.

Una de las razones de la diferencia entre estas cifras y el valor no ajustado de calendario es que el número de días laborables disponibles en el cuarto trimestre de 2022 fue un promedio de 1,2 días inferior que en el mismo trimestre del año anterior, según ha puntualizado Destatis. Asimismo, en el conjunto de 2022 el crecimiento del PIB fue del 1,8% en cifras ajustadas por precios y del 1,9% después del ajuste por precios y efectos de calendario.

El dato alemán se ha hecho público después de que el Instituto Nacional de Estadística publicase la pasada semana su dato de avance de la economía española. El PIB español avanzó un leve 0,2% en el cuarto trimestre en relación al trimestre previo, mientras que creció un 2,7% en términos interanuales. En el conjunto del ejercicio, tanto el consumo como la inversión aguantaron el embate de la crisis inflacionaria y la actividad se aceleró un 5,5% por segundo año consecutivo. 

Como en el caso nacional, la principal economía de la Eurozona está tratando de capear los efectos de una inflación históricamente alta. El IPC de Alemania apenas se moderó al 8,6% en diciembre y cerró el año pasado con una media del 7,9%. La tasa de inflación interanual germana se situó el pasado mes en el novel más bajo desde el pasado agosto, después del 10% registrado en noviembre, según Destatis.