El PIB británico cae un 0,2% y se sitúa al filo de la recesión en pleno caos político

Las malas noticias se acumulan para Reino Unido cuando los efectos de la tormenta política que acabó con Liz Truss siguen sin despejarse. La quinta economía a nivel mundial no levanta cabeza desde el Brexit y se coloca ya al borde de la recesión. El producto interior bruto (PIB) británico cayó un 0,2% entre julio y septiembre, frente al crecimiento del 0,2% que había registrado en los tres meses anteriores, arrastrado fundamentalmente por el sector industrial. Los datos los ha confirmado este viernes la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, por sus siglas en inglés).

La ONS detalla cómo el sector manufacturero retrocedió el 2,3%, mientras que el de servicio se mantuvo plano, aunque el de la construcción aumentó un leve 0,6%. El director de Estadísticas de la ONS, Darren Morgan, ha hecho hincapié en que pese a que "esta caída trimestral fue arrastrada por el sector industrial", también ha sido notable el descenso de la actividad en el área del comercio minorista.

El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, ha dejado claro que hay un "camino duro" por delante, si bien ha destacado que la economía del Reino Unido es "fundamentalmente resistente". Hunt tiene previsto anunciar el próximo día 17 los planes del Gobierno para hacer frente a la difícil situación económica del Reino Unido por el alza de la inflación, debido al fuerte incremento global de los precios energéticos y la deuda.

El pasivo acumulado del Reino Unido se situaba a finales del pasado septiembre en 2,45 billones de libras (2,80 billones de euros), lo que equivale al 98% del producto interior bruto (PIB). La semana pasada el Banco de Inglaterra anunció una subida de los tipos de interés de 0,75 puntos porcentuales, hasta el 3%, el nivel más alto desde el 2008, año en que estalló la crisis financiera mundial.

El banco emisor inglés votó por mayoría a favor de este incremento en el precio del dinero como manera de controlar la inflación interanual en el Reino Unido, que se sitúa en el 10,1%, frente al objetivo oficial del 2%. Según el emisor de la libra, el Reino Unido puede estar camino de entrar en recesión, que puede ser prolongada, aunque espera que la inflación baje significativamente a partir de mediados de 2023. De acuerdo con los cálculos de la entidad, la tasa anual del IPC podría llegar al 11% a finales de este año, y el desempleo al 6,4% al término de 2025, frente al 3,5% actual.