Primer avance de Eurostat

El PIB de la Eurozona elude la recesión pese al rally de los tipos y de los precios

La economía del conjunto de países que comparten el euro apenas avanzó un 0,1% entre octubre y diciembre del año pasado frente al trimestre previo, cuando avanzó un 0,3%

El canciller de Alemania, Olaf Scholz; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente de Francia, Emmanuel Macron
El canciller de Alemania, Olaf Scholz; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente de Francia, Emmanuel Macron
Europa Press

El PIB de la Eurozona apenas avanzó un 0,1% en el cuarto trimestre del año pasado. El dato preliminar que ha publicado este martes Eurostat, que en la práctica constata un frenazo de la región, indica también que el conjunto de países que comparten divisa han sido capaces de sortear de momento la combinación perniciosa de una inflación históricamente alta (apenas se moderó hasta el 9,2% en diciembre) con la subida de tipos más acelerada desde la creación del euro y evitar, así, la recesión técnica. 

El precio del dinero, que el Banco Central Europeo tiene previsto volver a elevar en su reunión de este jueves, se sitúa actualmente en el 2,5% y ha supuesto una presión extra para los países de la zona por el encarecimiento de los costes de financiación que ha traído consigo. Los datos que ha dado a conocer la oficina de estadísticas comunitaria apuntan, además, a un avance interanual del 1,9%. 

En lo que respecta a la Unión Europea a Veintisiete, el PIB deja de crecer entre octubre y diciembre (+0,0%) en relación al tercer trimestre y registra una tasa del 1,8% en relación al mismo periodo de 2021, un año marcado aún por los efectos económicos de la pandemia de coronavirus. Esta primera estimación de los datos constata que en el conjunto del año pasado la actividad de la zona euro aumentó un 3,5%, por encima de lo previsto por las instituciones comunitarias, y lo hizo un 3,6% en el caso de la UE.

Estas cifras se revisarán en apenas dos semanas, el próximo 14 de febrero. De momento y con las cifras desagregadas de que dispone el organismo, la economía irlandesa fue la más dinámica en el tramo final del ejercicio (con un avance del 3,5%) seguida de la letona (0,3%) y de la española y la portuguesa (ambas con un crecimiento del 0,2%). El dato de Irlanda está distorsionado por el elevado número de empresas que se establecen en el país por motivos fiscales. En el lado opuesto, Lituania, Austria y Suecia, con retrocesos del 1,7, el 0,7 y el 0,6%, respectivamente, fueron las más afectadas por el contexto de incertidumbre agravado por la guerra en Ucrania y la crisis energética. 

Antes de que se hicieran públicos los datos de Eurostat, las dos mayores economías de la región han hecho públicos a comienzos de esta semana sus cálculos preliminares de PIB. El de Alemania se habría contraído un 0,2% entre octubre y diciembre, de forma que la locomotora europea se asoma a la recesión; mientras que Francia logró crecer, aunque haya sido a un ritmo más modesto, del 0,1%. Mientras, y como preveían los organismos internacionales, el PIB italiano también cayó en el cuarto trimestre. Lo hizo un 0,1 % respecto al tercero, algo menos de lo esperado, según estimaciones preliminares del Instituto Nacional de Estadística italiano (Istat).

El frenazo económico se lo pone más difícil al BCE

Ante este panorama de desaceleración económica (aunque sea menos intensa de lo previsto inicialmente) la entidad capitaneada por Christine Lagarde va a tener dificultades para seguir adelante con el proceso de normalización monetaria con el que pretende poner coto a la inflación. El BCE querrá que el ajuste cuantitativo sea lo menos dramático posible, gradual y pasivo para no sacudir los mercados financieros, apunta Paul Diggle, economista jefe de la gestora abrdn. 

"Probablemente lo consiga al principio", sostiene, pero si los fuegos artificiales fiscales y políticos vuelven a activarse en la Eurozona -por ejemplo con la aprobación de medidas anticrisis que no se ciñan a los sectores más vulnerables- el BCE "podría tener dificultades", a su juicio, para poder empezar a vender a partir de marzo los bonos soberanos que acumula en su balance. Hay muchos indicios de que la zona euro experimentará un periodo de debilidad durante el invierno, asegura Martin Moryson, economista Jefe de DWS. Sin embargo, "cada vez es menos probable que se produzca una recesión técnica", matiza.

Con todo, ante una inflación subyacente en el 5,2% en diciembre, la resistencia económica (ya no se prevé una recesión invernal), el aumento de los salarios y las promesas de línea dura de la presidenta Lagarde, "vemos que los halcones siguen prevaleciendo", añade Thomas Hempell, responsable de estudios macroeconómicos y de mercado de Generali Investments. Según sus cálculos la entidad llegará a situar la tasa de referencia en el 3,5% este año. La escalada de los tipos de interés ha tenido un impacto todavía moderado en la inflación por el decalaje que existe de varios meses en la transmisión de la política monetaria a la economía real. 

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