En el tercer trimestre

El PIB británico ahonda su caída al 0,3% a septiembre lastrado por la industria

El sector industrial británico retrocedió el 2,8% (muy por encima de la primera estimación, del 2,3%), mientras que la construcción lo hizo un 0,2%, frente al aumento del 0,6% que se había calculado

Rishi Sunak, primer Ministro de Reino Unido
Rishi Sunak, primer Ministro de Reino Unido
Europa Press

La crisis que atraviesa la economía de Reino Unido está siendo algo más profunda de lo que se había estimado en un primer momento. El producto interior bruto (PIB) de las islas se contrajo un 0,3% entre julio y septiembre, una décima más de lo que había calculado inicialmente la Oficina nacional de estadísticas (ONS, en inglés). En noviembre, la ONS había calculado que el retroceso de la actividad en el tercer trimestres del año había sido del 0,2%, frente al crecimiento del 0,2% que había registrado los tres meses previos.

El sector servicios, que según el primer cálculo estadístico se había estancado, avanzó finalmente un 0,1% en ese periodo. Sin embargo, el sector industrial retrocedió el 2,8% (muy por encima de la primera estimación, del 2,3%), mientras que la construcción cayó el 0,2% (frente al aumento del 0,6% que se recogió en el cálculo publicado el mes pasado).

El director de estadísticas de la ONS, Darren Morgan, ha explicado que las cifras revisadas por el organismo "muestran que la economía se desempeñó un poco menos durante el último año de lo que habíamos estimado anteriormente". Y ha añadido además que los ingresos de las familias siguieron retrocediendo en términos reales, "aunque a un ritmo más lento que en los dos trimestres anteriores", ha precisado.

La ONS ha hecho públicos estos datos solo un día después de informar de que la deuda acumulada del Reino Unido había escalado hasta finales de noviembre a los 2,47 billones de libras (alrededor de 2,81 billones de euros al cambio actual), lo que equivale al 98,7% del PIB británico.

Reino Unido pelea contra la mayor inflación en 40 años

La semana pasada, el Banco de Inglaterra (BoE) anunció una subida de los tipos de interés de 0,50 puntos porcentuales hasta el 3,5%, su nivel más alto en los últimos 14 años (en concreto desde 2008, cuando estalló la crisis financiera mundial). La entidad, como el resto de grandes bancos centrales occidentales, ha endurecido su política monetaria para hacer frente a una tasa anual de inflación que en noviembre apenas se moderó hasta el 10,7%, frente al 11,1% que marcó en octubre. Esto implica que el alza de los precios se mantiene en niveles máximos de las últimas cuatro décadas.

"Las presiones internas sobre los salarios y los precios son elevadas. La mayoría de los indicadores de cuellos de botella en la cadena de suministro global se han aliviado, pero las presiones inflacionarias globales siguen siendo elevadas. Los rendimientos de los bonos del gobierno de las economías avanzadas han caído, particularmente en los vencimientos más largos", apuntaba el banco central británico tras su última reunión de política monetaria.

La decisión del Banco de Inglaterra se produjo justo después de que la Reserva Federal de EEUU relajara sus planes de ajuste con un alza de tasas de medio punto aplicado la pasada semana, que llevó su rango objetivo de 4,25% a 4,5%. La Fed señaló que Estados Unidos ahora está cerca de la tasa terminal, que estima en poco más del 5%. Los mercados calculan que las tasas del Reino Unido deben alcanzar alrededor del 4,75%.

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