Piden que la codeína, la acetilcisteína y el carbón sigan financiados


La Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac) pidió este martes al Ministerio de Sanidad que haya más excepciones para los medicamentos sin financiar con el fin de salvaguardar los intereses de los pacientes y “no generar problemas de salud añadidos que propicien mayores gastos para el sistema sanitario”.
A juicio de Sefac, el listado de los medicamentos excluidos de la financiación pública por el Ministerio de Sanidad no recoge algunas excepciones que deberían incluirse, ya que “no afectan exclusivamente a síntomas considerados menores”.
Sefac indicó que estas excepciones adicionales deberían atribuirse a tres medicamentos: la codeína ya que, estiman, es un medicamento de primera elección cuando se tiene tos seca, y es de probada eficacia; el carbón, considerado como el principal absorbente de materiales tóxicos antes de que lleguen al estómago, y la acetilcisteína, indicada como tratamiento coadyuvante en los procesos respiratorios como bronquitis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc) y otras patologías relacionadas.
Para Sefac, la desfinanciación de estos productos podría suponer un perjuicio claro para el tratamiento y la adherencia terapéutica de los pacientes afectados.
Asimismo, la entidad consideró que el Ministerio de Sanidad debería concretar mejor en qué circunstancias, con qué condiciones y por qué procedimiento se mantendrá la financiación pública en los 97 fármacos (de los 417 de la lista) para los que se prevé mantener la prestación farmacéutica pública en caso de que puedan utilizarse en pacientes con enfermedades crónicas y/o graves.
Por otra parte, la sociedad señaló que Sanidad debería homogeneizar el estatus de aquellos medicamentos con indicaciones similares para evitar que, como sucede en la actualidad, coexistan medicamentos prácticamente idénticos con receta y sin receta médica, ya que, de esta forma,"todos los medicamentos que tuvieran la misma composición, forma farmacéutica y dosis deberían tener el mismo estatus, independientemente de su financiación".
"La desfinanciación de estos medicamentos es una oportunidad más para que el farmacéutico comunitario aporte al paciente sus conocimientos en materia de medicamentos, y colabore con el resto del equipo sanitario en la optimización de los resultados de la farmacoterapia. La dispensación protocolarizada de los medicamentos es una garantía para el paciente, ya que el farmacéutico se responsabilizaría de que el medicamento es inadecuado para él a la vista del resto de medicamentos que esté tomando y de sus situaciones fisiológicas o patológicas", indica la Sefac.
Asimismo, esta sociedad manifestó su interés en que el Ministerio de Sanidad cuente con ellos en futuras decisiones que afecten a los farmacéuticos comunitarios, y pidió que "se valore el papel activo que puede desempeñar el farmacéutico en la mejora del uso racional de los medicamentos y en la salud de los pacientes".

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