Plan de pensiones vs de jubilación: ¿cuál es mejor opción y en qué se diferencian?

La previsión económica para la jubilación es una cuestión importante que se debe tener en cuenta a lo largo de la vida laboral. Los trabajadores de alta en la Seguridad Social cotizan, entre otras prestaciones, por la jubilación. De esta manera al cumplir la edad legal y tener los requisitos exigidos, los trabajadores pasan a percibir la pensión pública de jubilación. Sin embargo, esta prestación contributiva es menor que el salario profesional y muchas personas optan por otros métodos de ahorro que permiten mayores ingresos cuando se acceda al retiro profesional. 

Entre otras opciones están los planes de pensiones o los planes de jubilación. Pese a que ambos conceptos puedan confundirse porque tienen un objetivo común, hacen referencia a productos de ahorro que funcionan de manera diferente y con un tratamiento fiscal distinto. En concreto, un plan de jubilación se instrumentaliza en un seguro mientras que un plan de pensiones en un fondo de pensiones. 

El plan de pensiones funciona a partir de la inversión de un capital. Este capital se constituye a partir de las aportaciones que realizan los usuarios, bien de forma periódica o bien de forma puntal. Ahora bien, las aportaciones tienen un límite de 8.000 euros anuales. Además, se pueden aportar un máximo de 2.500 euros a favor del cónyuge que no tenga rentas superiores a 8.000 euros. Esos ingresos se deducen del IRPF, siempre que no supere el 30% de los rendimientos netos del trabajo.

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El capital aportado se invierte en los denominados fondos de pensiones, que, como cualquier otro fondo de inversión, invierte el dinero en renta fija y renta variable. Esta inversión repercute una rentabilidad al usuario. Tanto la rentabilidad, como el porcentaje en renta fija o variable depende del perfil de riesgo que puede asumir cada inversor, así como en cualquier producto de inversión cuanto mayor sea el riesgo mayor será la rentabilidad.

El plan de jubilación, por su parte, funciona como un seguro de vida que cubre al beneficiario ante distintas situaciones, la jubilación, invalidez o fallecimiento. El beneficiario aporta una prima periódica o una única cuota y a cambio obtiene una rentabilidad. En este caso la rentabilidad suele ser menor, pero también con menor riesgo al no tratarse de un producto financiero. Por el contrario, el plan de pensiones es más volátil, con más rentabilidad, a la espera de de la marcha de los mercados. 

Otra de las cuestiones que diferencian ambos planes es su fiscalidad. Como hemos indicado, los planes de pensiones cuentan con ventajas fiscales, mientras que el plan de jubilación no es deducible. No obstante, sobre esta cuestión hay que tener en cuenta que en el primer caso, al rescatar el dinero en la jubilación habrá que tributar por todos los ingresos, mientras que en el segundo caso solo se tributará por los intereses generados. 

En ambos casos, al acceder a la jubilación el beneficiario obtendrá de vuelta el dinero más la posible rentabilidad, y lo pueden hacer en único pago o en ingresos periódicos. No obstante, la posibilidad de rescate varía entre una y otra opción. El plan de pensiones limita el acceso al dinero, solo se podrá rescatar al jubilarse y en casos excepcionales, lo que repercute en la liquidez del beneficiario. Por el contrario, el plan de jubilación ofrece más flexibilidad en ese sentido y se podrá rescatar el dinero siempre que se cumplan los requisito pactados en el contrato. 

Ante estas diferencias, ¿cuál es la mejor opción? Un producto no es mejor que otro sino que dependerá del perfil del beneficiario. Así, por ejemplo, se deberá tener en cuenta la rentabilidad y el riesgo que puede asumir cada persona. De hecho, pese a que los planes de pensiones ofrezcan una mayor rentabilidad el riesgo también es mayor y debe tener en cuenta que la rentabilidad resulte negativa. Es posible que el beneficiario obtenga menos dinero porque la rentabilidad haya sido negativa. Por otra parte, el perfil del beneficiario también dependerá de la liquidez que necesite. Por ejemplo, en caso de tener ingresos y ahorros suficientes, más allá de los destinados a estos planes, el plan de pensiones no supondrá un problema.