Colombia se prepara este domingo para la segunda vuelta de unos comicios muy reñidos, tras una primera elección con resultados históricos. Gustavo Petro se convirtió en el primer candidato de izquierdas en lograr la mayoría de los votos, con una amplia ventaja de más del 40%. A él se medirá el candidato de la derecha populista, Rodolfo Hernández que, contra todo pronóstico, alcanzó algo más del 28% de los apoyos.
Pese a que Colombia será el miembro de la OCDE que más crezca este año (la organización prevé un avance del 6,1%), el nuevo inquilino de la Casa de Nariño tendrá que lidiar con una inflación histórica (del 9,07% en mayo, un nivel que no se veía en Colombia desde hace más de dos décadas), con una de las tres tasas de paro más elevadas de entre los países más desarrollados y con un fuerte incremento de la desigualdad y del empleo informal, que entre febrero y abril fue del 43,6% en las trece mayores ciudades del país y en su área metropolitana.
Reducir la violencia y luchar contra el narcotráfico serán otras de las grandes tareas que esperan al nuevo Gobierno que salga de las urnas el 19 de junio. Después de dos años de fuertes protestas en la calle, el reto será enorme. En 'La Información' analiza las claves de esta cita electoral Gustavo Palomares, director del proyecto europeo de acompañamiento al proceso de paz en Colombia, catedrático europeo y Decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Nacional a Distancia (UNED). Palomares reflexiona sobre las posibles implicaciones de un giro a la izquierda del país, sobre su papel en el nuevo mapa geopolítico de América Latina -donde se ha ido confirmando ya ese viraje-y sobre las futuras relaciones con España.
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