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Podcast | ¿Energía en manos públicas? Rusia precipita el cambio de modelo

La intervención de los estados en empresas de sectores estratégicos ha venido siendo casi una constante desde la crisis financiera, con inyecciones y rescates mastodónticos en la banca y en otras industrias

Torres de enfriamiento de la central nuclear Golfech, propiedad de la compañía de electricidad de Francia EDF.
¿Energía en manos públicas?.
Agencia EFE
Podcast ¿Energéticas en manos públicas?

La economía mundial se asoma a un cambio de modelo en el que los estados recuperan un papel protagonista en ámbitos como el energético. Alemania y Francia han dado un paso al frente en esta dirección. El gobierno de Olaf Scholz ha pasado de la fase uno a la fase dos de alerta energética ante la reducción del suministro de gas por parte de Rusia en un 60% a través del gasoducto Nord Stream 1. El tercer nivel de alerta -el más alto- es el que es el que llevaría al Estado a tomar el control de la distribución. 

El Ejecutivo germano trabaja, además, en una legislación que le permitirá rescatar empresas energéticas, y en general en aquellas que sean consideradas estratégicas, inyectándoles el capital necesario y entrando en su accionariado si la situación lo requiriese. La prensa del país da por hecho que la gasista Uniper será la primera a la que se le aplicará la nueva norma. Mientras, París ha decidido activar medidas de 'economía de guerra' que, entre otras cosas, le llevan a nacionalizar la eléctrica EDF -de la que el Elíseo ya poseía previamente un 84% del capital y cuya situación financiera es bastante delicada-.

La intervención de los estados en la economía y en sectores clave ha venido siendo la tónica dominante desde la pasada crisis financiera, con inyecciones y rescates mastodónticos que se focalizaron en el sector financiero, pero que alcanzaron también a otras industrias estratégicas. Un caso muy sonado fue el de General Motors y Chrysler cuando ambas se declararon en bancarrota en el año 2009. Los gobiernos de EEUU y Canadá pasaron a controlar el 72,5% del capital de la primera a cambio de una ayuda de 50.000 millones de dólares (por aquel entonces, 36.000 millones de euros).

 Desde 2018, la guerra comercial abierta con China, primero, y la pandemia después, han dado lugar a una nueva oleada de intervenciones de los estados en su sector privado. Las aerolíneas han sido otro de los ejemplos más claros. Ahora, esas políticas vuelven a cobrar protagonismo a raíz de la crisis energética agravada por la invasión rusa de Ucrania.

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