Podcast | Mil gasolineras deberán tener puntos de recarga eléctricos: ¿es viable?

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima ha fijado como objetivos que España cuente con un parque de 250.000 coches eléctricos en 2023 que deberán elevarse hasta los 5 millones en 2030, a finales de esta década. Alcanzar esas metas obliga a incrementar los puntos de recarga pública de alta capacidad. Hay que evitar a toda costa lo que se llama la ansiedad de autonomía, el miedo a que la batería del vehículo se descargue completamente durante el trayecto. Para ello, habría que alcanzar los 100.000 puntos de recarga en 2023 y una horquilla entre 250.000 y 340.000 en 2030.

El Plan Estratégico de Recuperación y Transformación Económico (PERTE), al que Bruselas ha dado su visto bueno, contará con unas ayudas públicas de 4.295 millones de euros que procederán de los fondos europeos Next Generation entre 2021 y 2023, a los que se sumarán, según cálculos del Gobierno, otros 19.714 millones de inversión privada. Esas cantidades podrían disparar la aportación de la automoción al PIB español del 11,5% actual hasta el 15% en 2030.

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética ya introduce la obligación de que las principales estaciones de servicio dispongan de puntos de recarga públicos. En concreto, más de 1.000 gasolineras con ventas superiores a cinco millones de litros anuales o peso relevante en el territorio deberán instalar al menos un punto de recarga para vehículos eléctricos. 

Las más de 200 gasolineras que en 2019 obtuvieron unas ventas superiores a los 10 millones de litros de gasolina y gasóleo deberán instalar al menos un punto de recarga de 150 kilovatios (kW) en un plazo de 21 meses desde la entrada en vigor de la ley en febrero de 2023. Ahora bien ¿Son estos objetivos viables? Sobre ello reflexiona Víctor García Nebreda, secretario general de Aevecar, la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles.