Podcast | La crisis de Ucrania asesta un nuevo golpe a las cadenas de suministro

Rusia ha invadido Ucrania en un momento en que las economías se recuperaban de la crisis de la Covid, pero cuando las cadenas de suministro global estaban todavía lejos de hacerlo. Su funcionamiento defectuoso ha provocado retrasos en las entregas y escasez de determinadas materias primas y productos, elevando su precio y presionando al alza la inflación. Esa escasez se ve agravada ahora por el hecho de que Rusia es el granero, la cantera, el campo petrolífero y el yacimiento de gas de Europa y de otras grandes economías como la china. Es, sin ir más lejos, el segundo mayor exportador de petróleo del mundo por detrás de Arabia Saudí, el mayor productor de gas y uno de los principales de carbón.

Las grandes navieras se han sumado al bloqueo económico al Kremlin y han suspendido el tráfico de contenedores con el país, en medio de un goteo continuo de empresas que anuncian el cese de su actividad en Rusia. Las cadenas de suministro han empezado a notar los primeros efectos de esta crisis geopolítica de consecuencias inciertas. Si bien, las perspectivas son distintas en función de las regiones, con Rusia y Europa como las áreas más expuestas a sus efectos negativos. El transporte y la logística son sectores muy complejos, muy sensibles y con un impacto notable sobre la oferta, la demanda y los precios de las mercancías. 

Hasta qué punto este conflicto (unido a los problemas derivados de la Covid) puede obligar a replantear las cadenas de producción. Sobre este problema reflexionan Pablo Gil, estratega jefe de XTB y Carlos Capela, director de distribución de Federated Hermes. Más allá de un cambio de modelo comercial... ¿Puede suponer esta crisis un cambio en el modelo monetario actual si se agrava o si la guerra se prolonga más allá de lo previsto?