Una moneda al aire

Podcast | Inflación verde: el efecto de la descarbonización que inquieta al BCE

La demanda aumenta debido a las necesidades intensivas de minerales de las tecnologías limpias (cobre, aluminio o litio) y a la vez la oferta se ve limitada por el impacto de los nuevos objetivos climáticos

Inflación verde y BCE
   
L. I.

Con unos costes energéticos disparados, la subida de los precios en la zona euro fue del 5,1% en enero, de acuerdo con los datos avanzados por Eurostat, la Oficina de Estadística Comunitaria. La escalada del petróleo, el gas y la electricidad han llevado al Banco Central Europeo a poner sobre la mesa el problema que representa la conocida como “inflación verde” y sus conclusiones han abierto el debate sobre un fenómeno que no parece que vaya a ser transitorio. Qué es y cuáles los desafíos que conlleva.

"Si bien en el pasado los precios de la energía a menudo caían tan rápido como subían, la necesidad de intensificar la lucha contra el cambio climático puede implicar que los precios de los combustibles fósiles no solo tendrán que mantenerse elevados, sino que incluso tendrán que seguir subiendo si queremos cumplir los objetivos del acuerdo climático de París", aseguraba hace apenas unos días Isabel Schnabel, responsable de operaciones de mercado del BCE, en una conferencia organizada por la American Finance Association.

En un momento en que la demanda de energía se ha disparado, la producción de fuentes renovables todavía no es suficiente para satisfacerla. En la UE, las energías renovables actualmente representan solo alrededor del 20% del consumo de energía. El paquete de medidas “Objetivo 55” propuesto por Bruselas pretende aumentar esta cuota al 40 % para 2030. 

La economía mundial va a tener que dar un giro para poder cumplir con el acuerdo de París, que pretende limitar el aumento de la temperatura media global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales a través de la reducción de los gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera. Para lograrlo, según Naciones Unidas, las emisiones globales tendrían que caer un 7,6 % cada año entre 2020 y 2030. No es tan sencillo, en plena pandemia de covid en 2020, cuando las economías pararon en seco y se produjo el gran confinamiento, las emisiones cayeron solo un 5,8 %.

Mostrar comentarios