Gazprom, la energética estatal rusa, ha anunciado la interrupción total de sus exportaciones de gas a Polonia y Bulgaria por su negativa a pagar en rublos, exigencia que rechazan la mayoría de países europeos y que supone una clara violación de los contratos firmados en su momento por las partes. La Comisión Europea ha tachado esta decisión de chantaje. ¿Estamos ante un acelerón en el proceso que llevará a Europa a desconectarse del gas ruso? ¿Cuál ha sido el motivo real que ha llevado a Moscú a iniciar los recortes en Polonia y en Bulgaria.
Rusia vendió en 2021 petróleo y gas por valor de 100.000 millones de euros, una cantidad que sirvió a Moscú para financiar el 45% de su presupuesto, es decir, casi la mitad. El pasado ejercicio la estatal Gazprom obtuvo un beneficio récord de 27.000 millones de euros gracias a las fuerte subida de precios del gas y del crudo. Cada año, de todas las exportaciones de gas de Rusia entre el 70 y el 80% va a parar a la Unión Europea, por lo que los cortes anunciados pueden entenderse como un pulso a Bruselas con el que el Kremlin pretende generar disensión entre los socios europeos.
Su jugada no ha sido casual, como explican a 'La Información, Julio Balana, Ingeniero industrial y experto en Mercados Energéticos del Consejo General de Ingenieros Industriales, y Marcin Roman Czubala, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UNED, experto en economía política europea. A raíz de la invasión de Ucrania, Europa ha declarado que quiere reducir el gas ruso que importa en dos tercios este año y dejar de adquirirlo por completo en 2030. A corto plazo es difícil que pueda reducir su dependencia del gas ruso y los expertos plantean varios escenarios.
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