Abril pareció ser solo un espejismo. La inflación habría cerrado el mes de mayo al 8,7%, tres décimas por encima de las previsiones y cuatro por encima del mes previo, según el dato avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los precios también han hecho sonar la voz de alarma en Alemania, donde el IPC se ha disparado al 7,9% en mayo, un récord desde 1973. Con la tensión que esto añade a la economía, no es de extrañar la preocupación de los gobiernos por el alza del petróleo.
El precio del oro negro se ha disparado en las últimas horas a máximos de dos meses, antes incluso de que los Veintisiete llegasen anoche a un acuerdo sobre la prohibición del petróleo ruso en las negociaciones sobre el sexto paquete de sanciones a Moscú por la invasión de Ucrania. No es el único elemento que presiona los precios del crudo. La reticencia de la OPEP+ (los países productores y sus socios) a acelerar el aumento de la producción también respalda su ascenso, así como el incremento de la demanda por parte de China. Al mismo tiempo, las tensiones en el Estrecho de Ormuz -el canal por el que pasan un tercio de las exportaciones de petróleo por mar todos los días- han ido a más después de que Irán incautase dos petroleros de bandera griega el viernes.
Todo lo anterior da gasolina extra a los precios del crudo, pero ¿Cuáles son los efectos para la economía española del 'rally' que acumula el precio del petróleo? ¿Y si sigue aumentando? En 'La Información' lo explican Miguel Cardoso, Economista Jefe para España en BBVA Research, y Joaquín Robles, analista de XTB. De momento, el incremento que ya se ha producido del 50% en el precio del petróleo en los seis últimos meses ha restado 1,5 puntos al potencial crecimiento de la economía española.
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