Podcast | Semiconductores: ¿puede la crisis hacerse crónica por la guerra?

Invasión de Ucrania y sanciones correspondientes a Moscú. Recuperar la normalidad empieza a parecer una quimera para la industria dependiente de los semiconductores. La fabricación de chips se ve afectada ahora por la escasez de paladio, del que Rusia suministra el 33% a nivel mundial, y por la de neón, el gas esencial para la producción de chips del que Ucrania es uno de los principales suministradores a nivel mundial. 

Este nuevo 'shock' ha llegado cuando la crisis de semiconductores aún no se había solucionado. El precio de las materias primas no ha hecho sino crecer, como lo ha seguido haciendo la demanda de productos que los llevan incorporados. Se habla ya de hasta qué punto esta nueva piedra en el camino puede convertir el problema en crónico o, más aún, provocar un giro de 180 grados en el modelo de producción mundial, tal y como explica a 'La Información' Yolanda Bravo, doctora en Ingeniería Industrial y experta en la materia del Consejo General de Ingenieros Industriales.

La Unión Europea se ha planteado dar la batalla para elevar su peso en el mercado mundial de la fabricación de chips. La decisión de la estadounidense Intel de construir una megafactoría de circuitos integrados en Alemania va en esa dirección y ayudará a reducir algo la dependencia de los productores asiáticos. Todas las previsiones indican que la demanda de semiconductores no hará sino crecer de forma exponencial. 

La Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA, por sus siglas en inglés) reveló recientemente que las ventas globales de la industria superaron el medio billón de dólares el año pasado (555.900 millones), la cifra más elevada desde que existen registros y que supuso un incremento del 26,2% en relación al ejercicio previo. La industria vendió el récord de 1,15 billones de unidades de semiconductores.