Una moneda al aire

Podcast | Turquía se bate entre la crisis de suministros y previsiones optimistas

La decimonovena economía del planeta tiene a sus principales fuentes de inestabilidad en casa: una inflación galopante, que roza el 20%, y las continuas injerencias de su presidente en la política monetaria

Economía turca
Estambul
Pixabay
  

Turquía, al igual que China, fue uno de los pocos países que evitó la recesión en 2020, en el peor momento de la pandemia, con un crecimiento del PIB del 1,8%, según su Instituto de Estadística, el Tuik. En el primer trimestre de este año, el PIB avanzó un 7% interanual y se aceleró al 21,7% en el segundo al compararlo con el mismo periodo de hace un año, durante la fase más aguda de la crisis -es el mayor dinamismo de la economía turca en más de dos décadas-. El levantamiento, a partir de mayo, de las restricciones que el Gobierno tuvo que volver a imponer para controlar la tercera ola del virus se ha traducido en un fuerte repunte de la actividad económica, con una recuperación rápida del consumo y la inversión.

Esto es esencial para una economía que depende en buena medida de su sector servicios: en 2020 éste aportó un 54,64% al PIB, frente al 27,8% de la industria. Para el turismo fue una buena noticia que Alemania y Rusia, principales emisores de viajeros al país, levantasen las restricciones de los viajes a Turquía justo a comienzos del verano. Su Instituto de Estadística confirmó recientemente que los ingresos por esta actividad alcanzaron los 3.000 millones de dólares entre abril y junio, es decir, que todavía siguieron lejos de los niveles prepandemia.

Tomando en cuenta todo lo anterior, el Fondo Monetario Internacional ha mejorado su pronóstico de crecimiento de la economía turca del 5,8% al 9% este año y, ya de cara al próximo ejercicio estima que avanzará entre el 3,3 y el 3,5%. Sin embargo, la decimonovena economía del planeta tiene que hacer frente a importantes vientos en contra de puertas para dentro, como son una inflación galopantes (que roza el 20%) y las continuas injerencias de su presidente, Recep Tayyip Erdogan en las decisiones de política monetaria de su banco central. 

Mostrar comentarios