Podemos negocia con el Gobierno subir los impuestos a las apuestas deportivas

  • Incluye la subida del Impuesto sobre Actividades del Juego en su paquete fiscal, con exenciones para la Lotería, la quiniela y el cupón de la ONCE.
Fotografía Pablo Iglesias y Pablo Echenique / EFE
Fotografía Pablo Iglesias y Pablo Echenique / EFE

"No es una simple negociación presupuestaria, es una negociación para dejar atrás la crisis y las políticas de austeridad". El bloque de izquierdas aglutinado en el Congreso bajo la marca de Unidos Podemos considera que ha llegado su momento y parece dispuesto a poner sobre la mesa de negociación con el Gobierno para el proyecto de Presupuestos de 2019 lo más representativo de su ideario para dejar su huella en las cuentas del próximo año: eliminar las sicav, salario mínimo de 1.000 euros, subida de las pensiones con el IPC, reversión de la reforma laboral...un puñado de clásicos de su relato político, renovado con alguna nueva aportación como la lucha contra las casas de apuestas deportivas.

El bloque de izquierdas ha añadido las plataformas de juego online y las casas de apuestas deportivas al segmento de contribuyentes presuntamente sobreprotegidos por el marco fiscal actual, junto a la banca, los grandes patrimonios y las grandes empresas, sobre los que quiere hacer descansar los nuevos flujos de ingresos llamados a financiar las políticas de gasto público que está negociando con el Gobierno.

¿Por qué? La propuesta de negociación presupuestaria presentada este lunes por Unidos Podemos da una explicación bastante detallada de los motivos. "La mezcla entre un sistema mucho más adictivo, sin pausas, con bonos 'gratis' de entrada y, sobre todo, la inmensa cantidad de dinero gastado en publicidad para asociar a figuras públicas, a eventos deportivos y a una imagen 'cool' - en la que el jugador controla y gana con su conocimiento y saber hacer - han enganchado a toda una nueva generación de jugadores y ha extendido la lacra de la ludopatía".

El argumentario aporta cifras inquietantes y revela que solo en la Comunidad de Madrid el registro de jugadores que piden voluntariamente que no les dejen entrar en las casas de apuestas se ha multiplicado por cuatro en el último lustro.

Y Unidos Podemos entiende que la mejor forma de hacer frente a esto es subir los impuestos a las plataformas de juego online y a las casas de apuestas deportivas para que, al menos, mejoren su contribución al erario público a la vista de los perniciosos efectos que genera.

La formación ya ha puesto sobre la mesa del Ministerio de Hacienda, que no solo es el encargado de proponer los Presupuestos Generales del Estado sino que tiene también las competencias de regulación del juego, un incremento del Impuesto sobre Actividades del Juego a estas modalidades, eximiendo de la subida a los juegos tradicionales como la lotería, la quiniela o el cupón de la ONCE.

El tipo de impuesto se sitúa a día de hoy en el 20% después de que el Gobierno de Mariano Rajoy decidiera rebajarlo desde el 25% este mismo año para lograr precisamente el objetivo opuesto: atraer a los operadores del juego al mercado español y evitar la práctica fraudulenta de operar en España a partir de establecimientos en terceros países.

Unidos Podemos pretende además replantear el impuesto de modo que los ingresos obtenidos a través del mismo sirvan para financiar los tratamientos de los ludópatas e investigar mecanismos para prevenir futuras adicciones.

Prohibir la publicidad al juego online y las casas de apuestas

El documento de Unidos Podemos exige que se dé a estas nuevas formas de juego el mismo tratamiento que al alcohol o al tabaco a efectos publicitarios. Es decir, que se prohíba. "No es un problema solo de menores", sostiene el documento de Podemos, que plantea eliminar toda publicidad de este tipo de juegos para impedir "blanquear la imagen de las casas de apuestas".

Las acciones que plantea el bloque de izquiedas en este campo no se quedan ahí. La formación  luchará por prohibir la apertura de casas de apuestas cerca de los colegios, de las webs que permiten jugar gratis para aprender la dinámica de las apuestas, los 'bonos de bienvenida', la comida o bebida gratis en los establecimientos y la apertura de establecimientos financieros en las cercanías de estos espacios.

También quiere restringir la operativa normal del juego, obligando a las empresas a informar al jugador de lo que lleva perdido, estableciendo 'paros forzosos' entre apuestas y, en última instancia, fijando límites legales a las cuantías jugadas y al tiempo.

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