Polémica en Argentina por anuncio del Gobierno de importar productos frescos

  • El Ejecutivo argentino, los proveedores y los supermercados mantuvieron hoy posiciones encontradas sobre la posibilidad de recurrir a la importación de productos de temporada para garantizar el acuerdo de precios sobre los bienes de la "canasta oficial".

Buenos Aires, 9 ene.- El Ejecutivo argentino, los proveedores y los supermercados mantuvieron hoy posiciones encontradas sobre la posibilidad de recurrir a la importación de productos de temporada para garantizar el acuerdo de precios sobre los bienes de la "canasta oficial".

"Hemos recibido observaciones críticas por parte de los productores y nosotros lo que queremos es saber quién dice la verdad", declaró hoy el jefe del Gabinete de ministros, Jorge Capitanich, en una rueda de prensa.

Capitanich anunció ayer que se recurrirá "inclusive a la importación", fuertemente regulada en Argentina, para garantizar la disponibilidad de los productos de la canasta de referencia (una lista de 100 bienes básicos con importe acordado entre el Ejecutivo y los principales actores del sector para paliar la inflación).

La medida vino precedida de las advertencias por parte de algunos supermercadistas acerca de posibles aumentos de precios derivados de la escasez de algunos artículos, especialmente productos de temporada como el tomate, algo que niegan los productores.

Capitanich anunció que el equipo económico, por instrucción de la presidenta Cristina Fernández, ha convocado a los productores de tomate para "verificar quién dice la verdad o quién miente" y apuntó que las subidas de precios provienen en muchos casos de "maniobras de carácter especulativo que perjudican al consumidor".

"Hay diferentes versiones, mientras los supermercados parecen decir que va a subir el tomate, los productores dicen que el tomate no va a subir y que no hay problemas de abastecimiento", explicó también hoy el ministro de Economía, Axel Kicillof, en declaraciones a los medios.

Kicillof volvió a insistir en que el Gobierno tomará todas las medidas necesarias para garantizar los precios acordados y en que se permitirán las importaciones si se presentan desabastecimientos puntuales de productos frescos por factores climáticos.

El precio del tomate ya estuvo en el centro de la polémica económica en Argentina a mediados de 2013, durante el invierno austral, cuando su precio escaló hasta los 45 pesos por kilo (unos 7 dólares) por un bache estacional en las cosechas.

El entonces secretario de Comercio, el polémico Guillermo Moreno, solicitó a la población que redujera su consumo y que se promovieran recetas alternativas desde las asociaciones de consumidores.

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