Discurso rey. El rey reclama que nada de lo "conseguido juntos" se vea "amenazado"


El rey Juan Carlos advirtió esta Nochebuena de que "hemos de garantizar que nada de lo conseguido juntos, ni los derechos individuales y sociales, ni el bienestar económico, ni el proceso de construcción política y económica, puedan verse amenazados" por la crisis.
En un discurso sensiblemente más corto que otros años, el monarca insistió en que "España es parte de la solución a la crisis global" y debe ser "protagonista en la toma de decisiones en los grandes foros internacionales".
En ese sentido, dice el Rey, Iberoamérica "es parte fundamental" para España como también lo es Europa. "Con la Unión Europea tenemos que seguir trabajando para superar las visiones puramente nacionales y reforzar las bases de solidaridad con las que entre todos hemos avanzado en el proceso de integración".
Don Juan Carlos, que por primera vez se dirige a los españoles puesto en pie en su despacho, reflexiona sobre la crisis económica, la fortaleza de España como nación europea e iberoamericana y la "necesidad de reivindicar la política como instrumento necesario para unir las fuerzas de todos y acometer la salida de la crisis y los retos que tenemos por delante".
Reconoce que "vivimos uno de los momentos más difíciles de la reciente historia de España". La grave crisis económica, continúa, "ha alcanzado una intensidad, una amplitud y una persistencia en el tiempo que nadie imaginaba".
Como consecuencia de la recesión, se está poniendo "en entredicho el bienestar de no pocas familias", asegura el Rey antes de revelar que piensa con frecuencia en las "personas de todas las edades, pero muy especialmente en muchos jóvenes, que se levantan cada día con sensación de inseguridad y desánimo" por la falta de trabajo y las inciertas perspectivas de futuro.
Don Juan Carlos asegura que "no podemos ignorar que existe pesimismo" y que esta sensación afecta "a la calidad del clima social que vivimos", generando a la vez "desapego hacia las instituciones y hacia la función política que a todos nos preocupa".
Frente al "pesimismo" y al "conformismo", continúa el discurso, "cabe encontrar nuevos modos y formas de hacer algunas cosas que reclaman una puesta al día".
EL BIENESTAR DE MAÑANA
Entiende el monarca que la actual realidad "compleja" no es fácil de solucionar "a corto plazo". "Austeridad y crecimiento deben ser compatibles", asevera el Rey antes de insistir en que "las renuncias de hoy han de garantizar el bienestar de mañana, en un plazo razonable de tiempo" y de manera que se "asegure la protección de los derechos sociales que son seña de identidad de nuestra sociedad desarrollada".
Para que La economía vuelva a crecer, dice el Rey, "tenemos que poner orden en nuestras cuentas y, a la vez, generar estímulos para la creación de riqueza". Algunos de esos estímulos se pueden crear con medidas de política económica o fiscal, o por políticas de fomento de la innovación o el emprendimiento, "pero el primer estímulo que nos sacará de esta crisis se llama confianza".
Don Juan Carlos reconoce que en sus 37 años de reinado ha habido "coyunturas económicas realmente complicadas" aunque "quizá no fueron tan difíciles como ésta". Sin embargo, "supimos salir de ellas con éxito y hacer que nuestra economía creciera y que nuestro bienestar mejorara. Y lo logramos por muchas razones, pero en primer lugar porque teníamos confianza en un proyecto compartido por todos y en nuestras posibilidades de salir adelante".
Por eso confía en que "hoy como entonces, podremos superar las dificultades" con "la generosidad, el talento y la creatividad" de los españoles y "con la fortaleza de nuestro sistema productivo" y "confianza en nosotros mismos".

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