Economía.-Brown dice que el debate 'no será fácil' pero augura acuerdos pues 'el mundo quiere unirse' por el crecimiento

  • Felipe Calderón insiste en que las acciones sean 'coordinadas' y apuesta por reforzar los mecanismos internacionales LONDRES, 30 (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) El primer ministro británico, Gordon Brown, reconoció hoy que las negociaciones en la cumbre del G-20 que el próximo jueves se celebra en Londres 'no serán fáciles' debido a las divisiones existentes entre los países para resolver la crisis, pero se mostró convencido de que habrá acuerdo debido a que 'el mundo quiere unirse' para recuperar la senda de crecimiento.

Felipe Calderón insiste en que las acciones sean "coordinadas" y apuesta por reforzar los mecanismos internacionales LONDRES, 30 (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) El primer ministro británico, Gordon Brown, reconoció hoy que las negociaciones en la cumbre del G-20 que el próximo jueves se celebra en Londres "no serán fáciles" debido a las divisiones existentes entre los países para resolver la crisis, pero se mostró convencido de que habrá acuerdo debido a que "el mundo quiere unirse" para recuperar la senda de crecimiento. En una rueda de prensa en su residencia oficial de Downing Street tras entrevistarse con el presidente de México, Felipe Calderón, Brown declaró que los asistentes a la cita promovida por él mismo tras la convocada en noviembre en Washington por el ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush, deben "superar el gran test" al que se enfrentan para reactivar la actividad de los mercados y superar la recesión en la que han entrado la mayoría de las economías del mundo. A menos de tres días de la que está considerada como la cita más importante de su carrera política, que coincide con sondeos que otorgan una amplia victoria a los conservadores en las elecciones previstas el próximo año, el mandatario británico consideró esta reunión del 2 de abril el "más grande desafío" al que se enfrenta un planeta "sobrepasado" por los reveses financieros y confió en que, "aún con desafíos globales, se pueden lograr soluciones globales". En este sentido, frente a las diferencias entre la ampliación de gasto público que defiende Estados Unidos y la contención por la que apuestan la mayoría de los países europeos, Brown apeló a "reconocer la realidad de un problema global" como es la actual crisis y consideró que la redacción de respuestas de consenso en el encuentro del jueves será "clave para la prosperidad futura". AVANZAR JUNTOS "Estamos en esto juntos y necesitamos avanzar juntos por nuestro futuro", insistió, en la línea de las reiteradas llamadas al acercamiento de posiciones que ha venido demandando en las sucesivas entrevistas protagonizadas desde hace semanas para preparar la cumbre y que esta mañana lo llevaron a sentarse con su homólogo australiano, Kevin Rudd, quien ya aclaró que hasta el próximo G-20, que no se celebraría hasta 2010, no habrá propuestas económicas sobre la mesa. No obstante, Brown insistió en que el "reto es inmenso" y apuntó los puntos fundamentales de una cita que aspira a "restaurar la confianza" en los mercados, aumentar los recursos económicos de las instituciones internacionales y reformar el sistema financiero para incrementar la regulación. Para ello, asumió la necesidad de un nuevo acuerdo en el sistema bancario que dé como resultado una "nueva reestructuración para esta nueva era global". El primer ministro consideró que la cita del jueves debe permitir hacer "lo que sea para recuperar el crecimiento" de la economía y asegurar que en ningún caso los estados caerán en el proteccionismo. "Debemos pasar este test, son grandes días de negociación los que tenemos por delante, no será fácil, pero por las conversaciones mantenidas sé que el mundo quiere unirse y que llegaremos a un acuerdo para ponernos de parte del crecimiento", aseveró. EXPECTATIVAS Al respecto, rechazó la necesidad de rebajar expectativas ante la certeza de que la del jueves no concluirá con acuerdos económicos o el fin de las diferencias entre Estados Unidos y Europa debido a la apuesta de la Administración de Barack Obama por aprobar nuevos estímulos fiscales. "En las últimas semanas se han producido grandes diferencias" que permiten augurar un acercamiento estrecho entre los miembros del G-20, declaró. Brown citó los paquetes de gasto "nunca vistos" aprobados por la mayor parte, el recorte inédito de intereses acometido por los bancos centrales, la apuesta por poner fin a prácticas irregulares en la actividad bancaria y las medidas ya apuntadas para incrementar el rol de los organismos internacionales. "Miren las acciones ya adoptadas y piensen las posibilidades de esta reunión", declaró, pese a reconocer que "queda trabajo pendiente" y, aún con las conclusiones que se acordarán "seguro", áreas para "seguir debatiendo". ACCIONES COORDINADAS Por su parte, el presidente de México apostó como prioridad por que cualquier decisión se acometa de manera "coordinada y simultánea" debido al nivel alcanzado por la crisis. Una apelación que encuadró desde los avances en la supervisión y la "adecuada regulación" a la ejecución de actuaciones que, en su conjunto, "en el futuro prevengan de crisis como ésta". Además, Felipe Calderón aprovechó su presencia en Downing Street para elogiar la "extraordinaria labor en la búsqueda de consensos" promovida por Brown y confirmó que la dirección de México en la reunión del día 2 es que "ante problemas globales, son necesarias soluciones globales". "Ante la magnitud de estos retos, debemos recuperar la participación", invitó, a partir de un "compromiso indeclinable con la reestructuración de la actividad económica" y, especialmente, el refuerzo de los mecanismos internacionales.

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