Hacienda y grandes empresas litigan en los tribunales por más de 6.000 millones

    • Las discrepancias por cuestiones de impuestos entre la Inspección de Hacienda y las grandes empresas, como la de Cemex que ha desencadenado el cese de una inspectora, están a la orden del día.
    • Sólo las empresas del Ibex 35 mantienen abiertos litigios tributarios con la Administración española por cerca de 600 millones de euros.
El presidente de Telefónica, César Alierta (2d), junto al presidente de la CEOE, Juan Rosell (2i) y otros empresarios en un acto del Consejo para la Competitividad. .
El presidente de Telefónica, César Alierta (2d), junto al presidente de la CEOE, Juan Rosell (2i) y otros empresarios en un acto del Consejo para la Competitividad. .
B.P.V.

Las grandes empresas que operan en España mantienen litigios tributarios con la Hacienda Pública por un volumen aproximado de 6.000 millones de euros, según una estimación no oficial obtenida de fuentes internas de la Agencia Tributaria.

La Agencia Tributaria considera oficialmente esta cifra como "exagerada", aunque algunos datos cuestionan esta percepción. Hacienda admite tener pendientes de pago de los contribuyentes más de 30.000 millones de euros y sólo en 2012 la Delegación de Grandes Contribuyentes obtuvo con sus actuaciones unos ingresos récord de 3.000 millones de euros, más de la mitad de los cuales (unos 1.600 millones) procedieron de la resolución de litigios pendientes, según fuentes, una vez más no oficiales, del órgano de lucha contra el fraude.

En la estimación anterior estarían incluídas tanto las controversias pendientes de resolución judicial en la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo, como las ancladas en los tribunales económico-administrativos e incluso las actas de la Inspección de Tributos firmadas en disconformidad por las empresas.

Este último sería el polémico caso de la multinacional cementera de origen mexicano Cemex, que ha saltado a las páginas de los medios de comunicación por haber desencadenado el cese fulminante de una inspectora de la Delegación de Grandes Contribuyentes que rechazó un recurso planteado por la compañía contra el criterio, al parecer, de sus superiores.

Según una información publicada por el diario El País, Cemex se estaría enfrentando a un acta tributaria de unos 450 millones de euros por haber simulado pérdidas para obtener ventajas fiscales. ¿Cómo? Esas pérdidas se convierten en créditos fiscales que las empresas pueden luego detraer de sus obligaciones tributarias cuando tienen ganancias.

El asunto no tiene por qué suponer un fraude a la Hacienda Pública, ya que en muchos casos estas actas de Inspección reflejan simplemente una diferencia de criterios a la hora de aplicar una norma tributaria que no siempre es lo suficientemente clara o precisa.

En el caso de empresas que facturan decenas de miles de millones de euros esas discrepancias técnicas se traducen después en cantidades estratosféricas, como es el caso de Cemex. En parte también porque cuando la Inspección supervisa la declaración de Sociedades de una gran entidad no analiza simplemente un ejercicio sino una serie de tres o cuatro.

Otro dato revelador. En sus informes de resultados del año 2012, las 35 empresas del Ibex admitían mantener litigios con la Agencia Tributaria en vía administrativa o judicial por un valor cercano a los 600 millones de euros.

Apenas una decena de la firmas del Ibex no mantenía ninguna controversia pendiente y entre las 25 restantes había de todo: desde irregularidades en la declaración de Sociedades que no sólo daban lugar a una liquidación (puesta al día de los pagos fiscales que se tendrían que haber realizado en un ejercicio determinado) sino también a una sanción tributaria hasta diferencias de opiniones en relación a una norma fiscal que las leyes no contemplaban y sobre la que el Supremo no tiene más remedio que sentar un criterio.

Las empresas del Ibex, al estar dentro de la órbita de la Delegación de Grandes Contribuyentes de la Agencia Tributaria, soportan una supervisión y vigilancia particularmente exhaustiva, que, entre otras cosas, pasa por la presencia regular en sus sedes fiscales de un dispositivo de Inspección formado por nada menos que una decena de personas: tres inspectores de Hacienda, cuatro o cinco técnicos y uno o dos agentes tributarios, que tienen la misión de examinar minuciosamente el cumplimiento de sus obligaciones fiscales.

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