¿Por qué cae Brasil si a nadie le interesa que caiga?

La primera economía de Latinoamérica, Brasil, ha entrado en plena recesión con un frenazo espectacular que se veía venir. Una de las economías emergentes más potentes del mundo, hasta el punto de que hace tres o cuatro años todos los acontecimientos mundiales se fijaron para Brasil, está en plena parálisis.

El toque de gracia se lo ha dado hoy la agencia de 'rating' Standard & Poors (S&P) rebajando a bono basura' la deuda brasileña, que ha dejado abierta la posibilidad de nuevas bajadas de calificación a medio plazo. El real se ha devaluado un 25% frente al dólar este año.

El 31 de agosto se supo que el PIB brasileño del segundo trimestre cayó un 1,9%. S&P ha revisado a la baja sus previsiones para hasta un -25% en 2015, -0,5% en 2016 y un ligero crecimiento en 20'17.

¿Por qué cae a plomo la economía brasileña, cuando a nadie le interesa que caiga? En el "nadie" están incluidas las mayores multinacionales españolas como Telefónica, Banco Santander, Mapfre, Abertis, Iberdrola, Dia y Repsol. BBVA tiene más intereses en México.Al menos siete causas

Las causas de este frenazo podrían sintetizarse así:

1) Corrupción. La petrolera Petrobras y la eléctrica Electrobas, ambas estatales, están en pleno escándalo masivo de corrupción, que vincula a muchos miembros del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecen la presidenta Rousseff y el expresidente Lula.

Los brasileños están protagonizando protestas masivas en las que exigen la destitución de la presidenta. Algunos funcionarios de Petrobras han cuantificado la corrupción en pérdidas de 2.000 millones de dólares solo en sobornos.

En julio, la policía brasileña arrestó a ejecutivos de Electrobras. El escándalo ha dañado la confianza empresarial.

2) Las exportaciones a China se habían disparado en la última década. Ahora China importa menos de Brasil.

3) Los precios del aceite, azúcar, café, metales, claves en Brasil, se han desplomado, y las materias primas son el motor de la economía brasileña.

4) El consumo de las familias, en torno a un 60% del PIB, sigue cayendo en 2015.

5) Los precios se han disparado casi un 7% en el primer semestre. Ya saben lo que dicen los economistas: la inflación es el impuesto de los pobres.

6) La presidenta Dilma Rousseff admite que se equivocó al no percibir que la crisis económica era mucho más severa de lo que le parecía hasta el final del año pasado, justo después de la elección. ¿Les suena esto a la inacción de un ex presidente español a finales de 2007 y principios de 2008? Ya lo habrán adivinado. Sus iniciales son RZ.

7) Ante la baja recaudación, Rousseff subió impuestos y recortó gastos públicos: esto frenó más la economía y le ha hecho más impopular.

"Había maneras de mantener la inflación controlada, pero el Gobierno optó por no aplicarlas", explicó a 'El País' el economista Eduardo Coutinho.

Tras el diagnóstico, vienen las medidas, que pueden pasar por atajar en seco la corrupción, por el crecimiento de las exportaciones, contención de precios, y menos impuestos. España se juega mucho en Brasil.