Por qué los ingleses están haciendo una campaña a favor de Europa... y ni lo saben

  • Los efectos en el Reino Unido podrían provocar justo el efecto contrario al que persiguen los más escépticos con la unión del Viejo Continente.
Brexit
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Efe

Corre un vídeo por YouTube titulado 'Mil años de guerra en 5 minutos'. Son mil años de guerras en el mundo, las cuales aparecen representadas con fogonazos. Lo llamativo es que en los últimos 75 años la parte europea occidental, que engloba a lo que hoy denominamos el germen de la Unión Europea, aparece sin fogonazos. Sin guerras.

Todo eso se ha logrado gracias a la unidad. El intento de unificar este continente es viejo. Los romanos crearon su 'Pax Romana', que abarcaba desde los confines de Grecia hasta la Torre de Hércules en Galicia. El Sacro Imperio Romano Germánico fue otro intento de unión que acabó en una de las deflagraciones más terribles de Europa, la Guerra de los Treinta años en el siglo XVII que acabó con millones de muertos, y que muchos dicen que proporcionalmente fue peor que las dos Guerras Mundiales.

Pero esa guerra produjo la Paz de Westfalia, donde los contendientes, protestantes y católicos, acordaron que no hubiera más guerras de religión, lo cual es visto por muchos historiadores como la cuna de la Europa de hoy.

Quizá fueron muy optimistas, pero hay que reconocer que desde entonces la historia de las naciones europeas ha sido la tendencia hacia la unificación. La española (que provenía de mucho antes), la francesa, la británica, la alemana, la italiana y por fin, la Unión Europea.

Los estados nacionales fueron la fase previa de la construcción de Europa, una vez nos dimos cuenta de que juntos se estaba mejor que separados.

La Unión Europea ha traído paz y riqueza. En el caso de España, gracias a la pertenencia a la UE el país ha realizado la mayor renovación histórica de sus municipios en solo 30 años. En ese periodo, España ha recibido más dinero del que ha aportado, dinero que se ha convertido en nuevas infraestructuras, sobre todo. La idea de los Fondos Europeos era disminuir las diferencias entre los países: los ricos pagaban a los pobres. Y se ha logrado.

Sin embargo, en los últimos años, la idea de que la Unión Europea era la madre salvadora está menguando. La razón de esta desconfianza es la crisis de 2008, que ha golpeado no solo las finanzas de todos los europeos, sino su fe.

La prueba es que desde 2008, la Unión Europea vive sus momentos más convulsos: la salida de Gran Bretaña, el surgimiento de partidos anti-europeístas (en Francia y Alemania, aparte de Gran Bretaña), y sobre todo, la creencia de que las instituciones europeas no fueron suficientemente sólidas para evitar las consecuencias de la crisis de 2008. Esa es la razón por la cual la Unión Europea necesita un plan de comunicación de gran escala: un plan de comunicación de crisis.

Pero, curiosamente, ese plan se lo está haciendo Reino Unido sin quererlo. Para empezar, tras el Brexit, el debate sobre si sería bueno volver a la Unión ha movilizado a cientos de miles de británicos hasta el punto de pedir otro referéndum. Nadie lo hubiera creído en 2016.

Ya en el referéndum de ese año se descubrió que la inmensa mayoría de los jóvenes ingleses, un 75%, quería quedarse en la UE. Son ellos los que se han movilizado desde entonces para pedir un segundo referéndum. Según un estudio del Center for Economic Policy Research, cuando estos jóvenes tengan unos 50 años o más, es decir, a mediados de este siglo, su sentimiento no cambiará: seguirán siendo europeístas. Uno podría especular entonces con la posibilidad de que Reino Unido pida de nuevo entrar en la UE.

Más sorprendente fue la encuesta de Kantar para el Parlamento Europeo el año pasado a 27.000 europeos. Un 48% afirmó que siente que en la UE "su voz cuenta", frente a aquellos que recelan de la UE (46%). La información, recogida por la web Politico, añadía que este sentimiento pro-europeo parecía haberse incrementado gracias al Brexit. Es más, desde 1983, no se registraba tanto europeísmo en las encuestas. A finales del año pasado, el Eurobarómetro mostraba un gran apego por la UE en los países miembros, desde Malta hasta Francia.

Theresa May, tras el fracaso de la votación sobre el Brexit
Theresa May, tras el fracaso de la votación sobre el Brexit. / Efe

Solo un país, Italia, se mostraba más euroescéptico que los británicos, lo cual explicaría el ascenso de los partidos populistas euroescépticos, como el que ahora gobierna Italia en coalición con Cinco Estrellas.

Lo que está claro es que el Brexit, sea duro o suave, va a ser una de las mejores campañas de comunicación del europeísmo de la historia. Si es duro, veremos a los británicos sufrir los aranceles, la caída de su comercio, el fin de los fondos agrícolas, las molestias en las fronteras, las colas en los aeropuertos y muchas cosas más.

Veremos por televisión más manifestaciones de jóvenes británicos denunciando el Brexit, y pidiendo volver a la Unión. Ya las estamos viendo y nos parecen increíbles, porque en el resto de Europa se pensaba que estos ingleses eran unos engreídos desde los tiempos de Nelson.

Manifestantes en las puertas del Parlamento británico mientras se debate el Brexit
Manifestantes en las puertas del Parlamento británico mientras se debate el Brexit. / Efe

Como informaba El País, durante la reciente votación en el Parlamento británico, gran parte de las masas que estaban fueran ondeaban banderas europeas e inglesas, y pancartas con mensajes como 'Stop the Brexit mess' (Acaben con el desastre del Brexit), 'The people want to speak again' (La gente quiere hablar otra vez) y 'Nobody voted to be poorer' (Nadie votó para ser más pobres).

Cuanto más dramático sea este Brexit, aunque sea feo decirlo, más contribuirá a crear la imagen de que "mejor dentro que fuera de la UE". O dicho de otro modo: mejor todos unidos en la Unión Europea. Gracias a los ingleses.

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