Nuevo récord

Por qué algunos consumidores 'se libran' de la subida del precio de la luz

Durante agosto y en plena de ola de calor, el precio ha ido rompiendo cada registro, provocando un mes histórico en el recibo que alcanza la media de 106 euros / MWh.

Precio de la luz.
Precio de la luz.
Foto de Emmet de Pexels.

Este martes el precio medio diario de la electricidad en el mercado mayorista llegará hasta los 130,53 euros por megavatio hora (MWh). Cifra que supone, una vez más, superar el récord de 124,45 euros que se alcanzó ayer lunes. Respecto a hace una semana, el recibo medio también se ha desbocado ya un 30,8%. Y, además, durante agosto y en plena de ola de calor, el precio ha ido rompiendo cada registro, provocando un mes histórico en el recibo que alcanza la media de 106 euros / MWh. 

Este contexto de subidas en el 'pool' eléctrico está marcado por el incremento en los precios de los derechos de CO2 y del gas, a los que se ha unido el incremento de la demanda por las altas temperaturas y una menor contribución de las renovables, especialmente la eólica por la ausencia de viento. En concreto, los derechos de emisión de CO2 se han encarecido y rozan los 56 euros por tonelada en lo que va de agosto, cuando a principios de año cotizaban en torno a los 33 euros. Mientras, el precio del gas natural se sitúa en torno a los 47 euros por MWh, según datos de Mibgas.

El precio de la energía tiene un peso cercano en la factura de en torno al 24%, mientras que alrededor del 50-55% corresponde a los peajes -el coste de las redes de transporte y distribución- y cargos -los costes asociados al fomento de las renovables, a las extrapeninsulares y las anualidades del déficit de tarifa- y el resto, a impuestos.

Diferentes mercados

Eso sí, estas oscilaciones en el precio diario no afectan a todos los consumidores, solo a aquellos que estén acogidos a la tarifa regulada (PVPC), que son algo más de 10 millones. Por su parte, están exentos unos 17 millones que pertenecen al mercado libre y cuentan con un precio pactado con su compañía. 

Anteriormente, el mercado eléctrico estaba regulado, por lo que el Gobierno era el encargado de fijar todos los precios. Más tarde, comenzó un proceso de liberalización que en la parte práctica suponía que los consumidores podían elegir a quién pagaban su factura de entre 100 comercializadoras. Sin embargo, la liberalización no se ha completado y el mercado regulado aún existe. De hecho, de los tres componentes que tiene una factura ambos mercados comparten dos: los peajes de acceso, fijados por el Gobierno y que sirven para pagar lo que cuesta mantener la red eléctrica, y los impuestos.

Así, en el mercado regulado, el precio cambia cada hora del día, según la oferta y la demanda entres quienes producen energía, la compañía generadora, y quienes la venden, la comercializadora. Básicamente, supone que hay una fluctuación de precios a lo largo del día por la que el consumidor pagará más si consume en las horas más caras y menos si trata de poner la lavadora o planchar, en las más baratas. Esto también supone que el precio de la tarifa cambie de un día para otro.

Por su parte, en el mercado libre, están las tarifas de las casi 100 comercializadoras del mercado libre. Es decir, el precio lo fija la empresa, que lo anuncia y lo pone en el contrato, más o menos el mismo funcionamiento que otros servicios como una tarifa móvil. Aquellos que se rijan por esta tarifa saben exactamente cuánto va a costar cada kWh que consuman.

Mostrar comentarios