Según Helpmycash

Por qué no tienes que conformarte solo con la tarjeta que te ofrece el banco

Dejando de lado situaciones obvias que pueden afectar al cliente como el extravío o robo del plástico, puede que se esté renunciando a ventajas que a fin de mes representaría un ahorro. 

Tarjetas de crédito.
Tarjetas de crédito.
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"¿Cuántas tarjetas de crédito debería tener?" No hay una respuesta correcta porque no hay una fórmula perfecta. El número idóneo dependerá del cliente, de sus hábitos financieros, sus gastos y de cuán responsable sea para administrar su presupuesto. Pero lo que sí se puede saber, es si la que se tiene es la ideal o si se está perdiendo ventajas por no comparar la oferta.

En España hay más de 38 millones de tarjetas de crédito en circulación, según el regulador nacional, y por lo general estas están asociadas al banco donde se tiene domiciliada la nómina, pero ¿es está la mejor?, ¿sería conveniente tener otra?

"A veces, solo tener la tarjeta de crédito que nos ofrece nuestro banco puede ser un desacierto", reconocen los expertos del comparador financiero HelpMyCash.com. Y es que, dejando de lado situaciones obvias que pueden afectar al cliente como el extravío o robo del plástico, puede que se esté renunciando a ventajas que a fin de mes representaría un ahorro.

Tarjetas como estrategia para obtener beneficios

Cuando se piensa en la tarjeta de crédito perfecta hay una premisa que reina por encima del resto: que sea gratuita. De primeras, parecería que todas las tarjetas cumplen con esta condición, pero lo cierto es que para poder disfrutar de esta ventaja, muchos bancos exigen cumplir con requisitos como: domiciliar una nómina o hacer un gasto mínimo con la tarjeta, entre otros. "Si no se cumplen, muchas pueden llegar a cobrar por comisiones entre 40 y 50 euros al año", apuntan desde HelpMyCash.

Y ya ni hablar de la posibilidad de ahorrar dinero mientras se compra. Por eso, es que desde el comprador recomiendan contrastar la oferta. "Dependiendo del tipo de perfil que se tenga se pueden encontrar tarjetas que permitan sacarle provecho a ciertos beneficios como ahorrar en la compra de un pasaje aéreo o cada vez que se va al supermercado", destacan desde el comparador.

Este es el caso de la tarjeta WiZink Me, que devuelve el 3% del importe de las compras en moda, ocio, alimentación o viajes. El cliente debe escoger las dos categorías que más le interesen y luego realizar sus compras en los comercios asociados para aprovechar este beneficio, que tiene como máximo 72 euros al año. Además, no hace falta pagar a crédito para recibir la bonificación, sino que se puede abonar a fin de mes sin intereses. Tampoco tiene comisiones de emisión ni de mantenimiento y se puede solicitar sin cambiar de banco.

Pagar a plazos

Planificar las vacaciones de verano o comprar una nueva televisión. A veces, hay gastos que se quieren pagar a plazos, pero sin tener que hacer frente a los intereses, así que encontrar una tarjeta de crédito que no cobre intereses ni comisiones es una prioridad. De media, la mayoría de plásticos tienen un interés del 18,42%, según el Banco de España. En otras palabras, por cada 1.000 euros pagados en un año el cliente debe abonar unos 103 euros en concepto de intereses.

Sin embargo, el mercado ofrece tarjetas que se pueden ajustar a estas necesidades. Una de las más atractivas es la tarjeta de crédito WiZink Click, que permite pagar las compras de entre 85 y 1.000 euros en tres meses sin intereses ni comisiones. Esto quiere decir, por ejemplo, que si se compra un ordenador de 600 euros, se puede dividir el pago en tres cuotas de 200 euros cada una para no tener que soltar todo el dinero de golpe.

Esta no es la única tarjeta que permite fraccionar el pago de las compras en varios meses sin intereses. Otras, como la tarjeta Tú de Abanca, también permite pagar a plazos sin intereses, pero a diferencia de la Click, esta cobra una comisión de gestión y además tiene como requisito tener una cuenta corriente en Abanca.

¿Debería cambiar de banco?

La mayoría de plásticos están asociados a una cuenta corriente, así que no siempre es fácil acceder a la que mejor se ajuste al perfil del cliente sin cambiar de banco. Pero ¿es necesario hacerlo? Dependerá de las condiciones de la cuenta corriente y los requisitos que se deben cumplir para aprovechar todas sus ventajas. En este sentido, los expertos del comparador resaltan la importancia de contar con una cuenta corriente que no cobre comisiones y que ofrezca la tarjeta de crédito gratuita.

En la actualidad, una de las mejores cuentas que hay en el mercado es la que ofrece ING, que es sin comisiones y que no exige tener una nómina vinculada, aunque sí ingresos regulares. Con su tarjeta de crédito podrás obtener el 3% de devolución en gasolineras como Galp y Shell. Otra opción es la cuenta nómina Open de Openbank, tampoco tiene comisiones, permite que sus clientes recuperen el 0,5% de los recibos de luz, gas, teléfono, móvil e Internet y aunque no exige la domiciliación de una nómina, debe tener transferencias mensuales superiores a 900 euros. En este caso, su tarjeta de crédito puede resultar atractiva para quienes viajan con periodicidad, pues ofrece un 15% de ahorro en Booking.com

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