Portugal, el país rescatado en el que la "troika" más erró sus cálculos

  • La "troika" erró cuando calculó el impacto que tendría la austeridad en las previsiones de crecimiento de los países rescatados, aunque, en el caso de Portugal, estos fallos fueron significativamente mayores, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Susana Irles

Lisboa, 22 dic.- La "troika" erró cuando calculó el impacto que tendría la austeridad en las previsiones de crecimiento de los países rescatados, aunque, en el caso de Portugal, estos fallos fueron significativamente mayores, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El debate sobre la efectividad del programa del rescate se ha reavivado esta semana en Portugal por el anuncio de la llegada de una misión del Parlamento Europeo para investigar la actuación de la "troika" a Lisboa el próximo 6 y 7 de enero.

Hasta el momento, tanto los informes de las últimas evaluaciones de la "troika" -formada por la Comisión Europea y Banco Central Europeo, y el FMI- como la directora general del FMI, Christine Largarde, han admitido que hubo "errores" en las previsiones de crecimiento de los países rescatados (Grecia, Portugal e Irlanda).

En el caso luso, los fallos sobre la previsión del crecimiento de la economía fueron "significativamente" superiores que en los otros países rescatados en los primeros años del rescate, afirma el FMI en las conclusiones de la octava y novena evaluación a Portugal.

"Aunque el pronóstico del historial de Portugal es comparable al de los otros países con programas de apoyo financiero durante el período 2009-2012, el error de la previsión de crecimiento tendió a ser significativamente mayor en los primeros años", se señala en el capítulo dedicado al análisis de la deuda pública.

Según el documento, las previsiones optimistas se verifican en un margen de error de 2,06 % entre las estimaciones de la evolución del PIB entre 2004 y 2012.

En el comienzo del programa del rescate, que el Gobierno luso solicitó en abril de 2011 ante el aumento de los intereses de su deuda, el FMI calculó que el país crecería un 1,2 por ciento este año y un 2,5 % en 2014.

Portugal acordó un plan de ajustes que debe acabar el próximo junio para enderezar la contabilidad pública del país en contrapartida a un préstamo internacional de 78.000 millones de euros.

Concluidos dos años y medio de reformas, las últimas estimaciones del Gobierno y la "troika" están lejos de aquellas iniciales y apuntan a una caída del PIB del 1,8 % para este año y un crecimiento del 0,8 % para el próximo.

Este desvío en las estadísticas fue advertido por los organismos internacionales en 2012, que suavizaron las metas del déficit y concedieron más tiempo para alcanzarlas.

Lagarde volvió a reconocer la semana pasada durante una intervención en el Parlamento Europeo los programas implementaron "demasiada consolidación fiscal, demasiado deprisa".

"Lo dijimos porque es también una cuestión de honor para el FMI reconocer sus errores cuando ellos son cometidos y reconocer que algunos temas no fueron suficientemente abordados o explorados a fondo", dijo la que fuera ministra de Finanzas francesa.

La directora general se refirió a los fallos en los "multiplicadores automáticos" establecidos para calcular el impacto de las medidas de austeridad sobre la evolución de la economía.

Esos mismos efectos fueron advertidos en 2012 en el informe "Previsión Económica Mundial" del FMI, que consideró que el efecto multiplicador de los recortes en gasto público tenía un impacto mayor que el previsto.

El contexto recesivo, la simultaneidad de varios planes de recortes en Europa y la falta de margen de maniobra en política monetaria por los bancos centrales se apuntaron como factores que contribuyeron a disparar el impacto de la austeridad.

En el terreno político, el nuevo reconocimiento de errores fue tildado de "cierta hipocresía institucional" por parte del primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, en una de sus críticas más agrias a los organismos internacionales en el Parlamento luso desde su llegada al poder en junio de 2011.

"Si la directora general del FMI está de acuerdo en que hubo fallos de partida en los programas de ajuste, el FMI debería haber sido más consecuente y coherente, y aceptar las pretensiones que el Gobierno portugués defendió en las negociaciones", afirmó.

El Gobierno portugués reclamó una suavización de las metas del déficit en las evaluaciones octava y novena que la "troika" no aceptó y mantiene en el 5,5 % del PIB para este año y el 4 % para el próximo.

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