Camino al 23-J

El PP acelera su plan energético para encarar la reforma del mercado de la UE

Alberto Núñez Feijóo se ha puesto ya a trabajar en la actualización de la 'Propuesta para un pacto energético' que presentó en septiembre del año pasado. Está "en contra de cualquier iniciativa que suene a intervencionismo".

Alberto Núñez Feijóo, PP
El PP acelera su plan energético para encarar la reforma del mercado de la UE.
Europa Press

 "No hay tiempo que perder" se dicen en Génova 13. Al Partido Popular no le ha dado tiempo a saborear la victoria en las elecciones autonómicas y municipales y con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza ha definido ya las líneas estratégicas de su plan energético en base al modelo que presentó en septiembre del año pasado. La idea es aprovechar el posible cambio en La Moncloa para defender una reforma del mercado mayorista de la electricidad más alineada con la postura de la Comisión durante la presidencia española del Consejo de la UE.

Fuentes políticas cercanas al PP aseguran que la maquinaria ya está puesta en marcha y que la energía será uno de los ejes centrales de Feijóo en la campaña para la elecciones generales del 23 de julio y que, por ello, el departamento económico del partido está priorizando este campo. La formación está "en contra de cualquier iniciativa que suene a intervencionismo", incluida la 'excepción ibérica, señalan las mismas fuentes. El Partido Popular ha criticado al Gobierno que su propuesta para cambiar el 'pool' eléctrico europeo tiene "mucha carga radical" y que se ha elaborado "sin consenso". 

En este sentido, y en contra de la propuesta presentada por el Ejecutivo, en Génova no gusta la intervención del mercado, la aplicación de medidas retroactivas y la planificación centralizada a través de un comprador único y un distribuidor único. También critican que no se le haya preguntado ni a los partidos de la oposición ni a los actores implicados. Defienden así la "estabilidad regulatoria" como "el activo legal más importante que tiene Europa". "Hay que dar seguridad a inversores y consumidores manteniendo la ortodoxia regulatoria y la salvaguarda del papel de los mercados", apuntan las fuentes consultadas. 

Mercado marginalista a corto plazo

Para la formación de Feijóo la mejor opción es una combinación de contratos a largo plazo, los conocidos como PPA (Power Purchase Agreement, en inglés) con un mercado marginalista para el corto plazo (mercado diario e intradiario). En la misma línea, aboga por los contratos por diferencia (CfDs) para nuevas instalaciones, frente a la propuesta del Ejecutivo que también incluye a las instalaciones que ya están en funcionamiento. En material fiscal, siguen creyendo en una reducción del Impuesto al Valor de la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE) del 7% al 0% y bajar el IVA sobre electricidad del 21% al 10%, pese a que Bruselas está pidiendo al Gobierno que empiece a retirar las medidas 'anticrisis'. Plantean también eliminar el gravamen del impuesto sobre la producción eléctrica y pasar a Presupuestos Generales del Estado (PGE) los costes regulados (déficit histórico y extrapeninsulares).

Una de las principales bazas del PP en la Eurocámara es Pilar del Castillo. El debate de la reforma del mercado se está centrando, sobre todo, en establecer un límite a los ingresos extraordinarios de las eléctricas, que bajo un contexto de precios 'contaminados' por la cotización del gas en los mercados internacionales, están obteniendo mayores beneficios. Eurodiputados y grupos de todo el espectro político apoyan esta idea para futuras crisis, aunque de manera muy distinta. Del Castillo, exministra de Educación con José María Aznar y eurodiputada desde 2004, aboga por un 'cap' a nivel europeo sin dar libertad a que cada Estado miembro imponga el suyo. Asimismo, defiende que se establezca un 'suelo' que asegure los ingresos al generador.

'Mensaje' a las eléctricas

En el lado contrario, Nicolás González Casares (PSOE), designado ponente oficial y, por tanto, encargado de redactar los informes que contengan la posición de todo el Parlamento, propone un tope de 180 euros megavatio hora (MWh), que entraría en vigor solo cuando lo decida Bruselas, se superen ciertos límites de precios y se den varios meses con un precio superior. Además, el PP quiere aprovechar el vacío que se ha creado entre las grandes empresas del sector y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, tras los constantes rifirrares desde que estallara la crisis energética. La relación de las energéticas con Feijóo es buena, afirman en una y otra parte.

Otro de los aspectos que destacan entre las políticas energéticas de la formación liderada por Feijóo es que desde el partido vienen defendiendo alargar la vida útil de las centrales nucleares, "valorando también la posibilidad de su repotenciación cuando las condiciones lo hagan posible". Dentro de este replanteamiento, apuesta por un precio fijo para la generación que permita reducir la factura de la luz. Por otro lado, pide desbloquear de forma inmediata la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos de Villar de Cañas (Cuenca), proyecto que tiene más de 47.000 horas de estudio técnico del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y al que le faltarían alrededor de 800 horas para su finalización, según el propio partido.

Por su parte, el PP también ha sido especialmente beligerante contra los impuestos temporales que gravan los ingresos de la banca y las energéticas, con los que el Ejecutivo Central tenía previsto recaudar alrededor de 10.000 millones de euros en los dos ejercicios en los que, en principio, estarán en vigor (2023 y 2024). En Génova defienden que, lejos de combatir la subida de los precios, estos gravámenes pueden contribuir a impulsar la espiral inflacionista y a encarecer el crédito. Si Feijóo llega a la Moncloa, el nuevo Ejecutivo tendría margen para eliminar la tributación a las entidades financieras, si bien solo podría retocar el que afecta al sector energético, tal y como ha publicado este medio.

Rebajar el IRPF a rentas bajas y medias y una revisión del impuesto de Patrimonio son otras de las medidas que pondrá en marcha si sale elegido presidente del Gobierno tras las elecciones generales del 23 de julio. En estes sentido, aboga por una política fiscal orientada a crear empleo y captar inversiones reduciendo la carga legislativa. "Por cada ley que tenemos que aprobar, tenemos que derogar tres. La simplificación administrativa s básica", ha dicho durante la 38 reunión del Cercle d'Economia.

Trabajo por hacer

El giro de guión de Pedro Sánchez deja muchos asuntos energéticos en el tintero. Con la disolución de las Cortes Generales queda en el cajón el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), con el que el Gobierno pretendía rebajar un 13% la factura de la luz en cinco años, y el mecanismo por el que se actuaría sobre la retribución del C02 no emitido del mercado eléctrico. Entre las dos iniciativas habrían sumado 698 millones de euros al sistema eléctrico en 2022, según la liquidación 14/2022 del sector eléctrico de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El departamento de Teresa Ribera también tiene pendiente aprobar la reforma de la tarifa regulada o Precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC), aunque esta podría sacarla adelante con un Real Decreto-ley en Consejo de Ministros.

Transición Ecológica tampoco ha dado luz verde a su propuesta para la actualización de la retribución del llamado Recore (renovables, cogeneración y residuos), en la que plantea un recorte de 756 millones para 2023 y que deja sin primas a la eólica. Los valores del marco retributivo de las plantas sujetas al Recore se establecen cada tres años y Ribera tiene desde mediados de abril el correspondiente informe a la propuesta orden ministerial de la CNMC. Lo que sí estará antes del 30 de junio es el borrador del 'nuevo' 'nuevo' Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), con el autoconsumo, almacenamiento y más potencia renovable como protagonistas. 

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