Alza histórica en octubre

El aumento de precios de los alimentos presionará el bolsillo hasta primavera

La subida se irá moderando desde el 15,4% del último mes, en un contexto muy marcado aún por la guerra en Ucrania, el encarecimiento de la energía y sus efectos sobre el transporte y las cadenas de distribución

Supermercado alimentos pescados
El aumento de precios de los alimentos presionará el bolsillo hasta primavera
Rober Solsona / Europa Press

En octubre, los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas registraron una subida del 15,4%, la mayor de toda la serie histórica que el Instituto Nacional de Estadística (INE) comenzó a elaborar en 1994. El azúcar, que cuesta un 42,8% más que hace un año; las legumbres, hortalizas, los huevos y la leche, que se han disparado un 25%; o los aceites y grasas que, junto a los cereales y sus derivados, han visto incrementarse su precio más del 20% son los alimentos que más se han encarecido en el último año. Después de tres meses consecutivos en los que la inflación se ha moderado en España desde el pico del 10,8% que marcó en julio y de que se sitúe en su nivel más bajo desde que Rusia invadió Ucrania, el grupo de Alimentos es el que ha seguido metiendo presión a los hogares. 

El contexto internacional tiene mucho que decir a este respecto, puesto que los problemas vienen sobre todo del lado de la oferta -nada hace pensar a los economistas que la demanda de este tipo de productos haya crecido con fuerza en el último año-. Rusia suspendió hace unas semanas el acuerdo de exportación de grano ucraniano a través del Mar Negro aprobado en julio y que puso fin a cinco meses de bloqueo. Fue un movimiento estratégico, puesto que Moscú aseguró solo unos días después que lo retomaba. Sin embargo, el daño ya estaba hecho en términos de encarecimiento de costes. Según datos de la Comisión Europea, hasta la invasión Ucrania representaba el 10% del mercado mundial de trigo, el 15% de maíz y el 13% de cebada, siendo además el principal productor de aceite de girasol (con más del 50% de cuota de mercado). El país ostenta también una posición clave en el comercio global de fertilizantes. 

La incertidumbre en torno al conflicto ha incrementado el coste de los alimentos desde el inicio de la cadena de valor, como también lo han hecho el encarecimiento de la energía -sobre todo de los derivados del petróleo-, el consiguiente alza de precios del transporte y la sequía prolongada en Europa, que ha tocado de lleno a España. En la parte superior de la cadena de valor está la distribución. "Habría que ver qué está pasando con los márgenes empresariales", apunta a 'La Información' Javier Ferri, investigador de Fedea y profesor de la Universidad de Valencia. Los alimentos son los bienes en los que todos esos factores impactan de una forma más acusada y, además, se da el hecho de que su precio empezó a encarecerse después.

Un alivio a partir de la primavera

Ese efecto base, que empezará a notarse con más fuerza de aquí a unos meses, es el que hará que el alza de los alimentos vaya moderándose de forma paulatina hasta la primavera, cuando la presión sobre el bolsillo será menos intensa. De acuerdo con Estadística, el aumento de precios de los alimentos alcanzó el doble dígito el pasado mes de abril (10,1%) y desde entonces fue acelerándose hasta esa tasa inédita del 15,4% de octubre. La perspectiva es de una mejora gradual siempre que no se agrave la situación geopolítica o la crisis energética y dependerá, además, de algunos factores a nivel interno.

Según Ferri, la inflación está comportándose mejor en España que en otros países del entorno (su tasa anual es la segunda más baja a nivel europeo tan solo por detrás de la francesa) porque sindicatos y empresarios mantienen congelada la negociación salarial y no se ha trasladado el aumento de los precios a los sueldos. Si esto sucede, explica el profesor, habrá que ver cómo reaccionan también las empresas con sus márgenes. "En este equilibrio tan inestable pueden aparecer efectos de segunda ronda" que reviertan la tendencia a la moderación del IPC, advierte el investigador de Fedea. Actualmente, la tasa de inflación triplica la subida salarial media pactada por convenio, que es del 2,64%.

Un plan de viabilidad económica para el sector agrario

Desde el punto de vista de los productores, la situación sigue siendo delicada. Pedro Barato, presidente de Asaja, incide en que la presión de los costes les golpea por varios flancos: el gasóleo agrícola sigue caro, la mano de obra se ha incrementado un 40% con las últimas subidas del SMI, los bienes de equipo que emplea el campo han llegado a dispararse hasta un 300%, y la situación con los fertilizantes sigue siendo crítica. Este fuerte repunte de los costes no se han reflejado por completo en el precio que agricultores y ganaderos perciben por sus productos. Barato asegura que están desapareciendo cabeceras, explotaciones y que cada vez menos jóvenes se incorporan al sector, lo que dificulta el necesario relevo generacional. 

Por si fuera poco en España, primer productor del mundo de aceite de oliva, la sequía se ha cebado con la cosecha de este año, añade Barato en una conversación con este diario. Lo mismo ha sucedido en Italia y en Grecia y las patronales europeas del sector advierten de que la producción comunitaria podría caer este año alrededor del 35%. Ante un escenario cargado de incertidumbre, desde Asaja reclaman al Gobierno Central un plan de viabilidad económico para el sector a medio plazo, con un horizonte que se mueva entre los cuatro y los cinco años. 

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