Jim Yong Kim ha anunciado que dimitirá como jefe del Banco Mundial el 1 de febrero, antes de que expire oficialmente su mandato en 2022, para incorporarse a una firma de inversión en infraestructuras.
La sorpresiva renuncia de Kim podría desatar una lucha entre la administración Trump y los críticos del control de EEUU Unidos en el Banco Mundial, que es la institución de financiamiento para el desarrollo más grande del mundo, según 'The Wall Street Journal'.
Kim fue nombrado para el cargo por primera vez en 2012, y fue reelegido en 2017 por otro período de cinco años. En el futuro, trabajará para una empresa que se centra en inversiones en infraestructura en países en desarrollo.
Bajo el liderazgo de Kim y con el respaldo de los 189 países miembros, el Banco Mundial estableció en 2012 dos objetivos, como son acabar con la pobreza extrema para 2030 e impulsar la prosperidad compartida, centrándose en el 40% de la población de los países en desarrollo.
Anteriormente había sido presidente del Dartmouth College, y antes se dedicaba a su trabajo como médico dedicado a la lucha contra el VIH/SIDA. Kristalina Georgieva, la actual directora general del Banco Mundial, será la presidenta interina a partir del 1 de febrero.
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