Las prestaciones que pueden solicitar las personas en paro de larga duración

El desempleo ha sido uno de los grandes lastres de la economía española en los últimos años, y un caso particular es el de los parados de larga duración, que han tenido que enfrentar múltiples crisis y el parón que ocasionó la pandemia del coronavirus. Estos afectados, que se definen por llevar al menos 12 meses buscando trabajo sin haber llevado a cabo ninguna actividad laboral durante este periodo, son el objetivo de varios programas de empleo, pero también pueden tener derecho a unas nuevas prestaciones económicas específicas, como detallan desde el Ministerio de Trabajo.

En principio, las condiciones más importantes que deben cumplir las personas que están en situación de desempleo de larga duración para poder tener acceso a estas ayudas económicas que se les ofrecen son el agotamiento de la prestación contributiva de desempleo o el subsidio de desempleo (o no tener derecho a ninguna otra prestación) y haber permanecido inscrito como demandante de empleo durante un mínimo de 12 meses sin que haya habido interrupciones en este periodo.

Nueva ayuda

Hasta ahora, los desempleados de larga duración contaban con la Renta Activa de Inserción (RAI) y el Subsidio Extraordinario por Desempleo (SED) como las principales ayudas que se les ofrece. Sin embargo, la Administración pública ha propuesto una nueva ayuda encuadrada dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que integraría las mencionadas anteriormente. Esta ayuda complementaría la prestación contributiva, por lo que exigiría un periodo mínimo de cotización, y simplificaría el proceso de solicitud, eliminando el mes de espera.

La nueva ayuda para desempleados de larga duración ofrece mensualidades de 463 euros, el 80% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), y la duración de las prestaciones dependerá de un número de factores como lo serían la edad del interesado y cuánto tiempo estuvo recibiendo el paro antes de que se agotara. Los requisitos incluyen una carencia de rentas que se pueda certificar, cumplir con un itinerario personalizado para encontrar empleo y responsabilidades familiares.