Proyecto de Ley de PGE

Díaz se cura en salud y asigna más gasto a paro que en 2019 pese al fin de la crisis

Los Presupuestos de 2022 destinan 22.500 millones de euros al desempleo, frente a los 19.000 millones que se desembolsaron en el año previo a la pandemia, mientras se prevé recuperar la tasa de paro del 14%.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, interviene en una sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, a 29 de septiembre de 2021, en Madrid, (España). Durante el pleno, el Ejecutivo central debe hacer frente a las preguntas de la oposición, entre las que destacan, las relativas a la reciente detención del expresident de la Generalitat; el por qué se permitió la estancia “secreta” del líder de Frente Polisario en España; los homenajes a etarras; y la subida en el recibo de la luz.
29 SEPTIEMBRE 2021;SANCHEZ;POLISARIO;CONGRESO;DEBATE;SESION PLENARIA;SESION DE CONTROL
Eduardo Parra / Europa Press
29/9/2021
Díaz se cura en salud y asigna más gasto a paro que en 2019 pese al fin de la crisis
Europa Press

Los brotes verdes que empiezan a aparecer en el mercado laboral, que se recupera paulatinamente del mayor shock económico sufrido en la historia reciente, no parecen tener un reflejo nítido en el proyecto de presupuestos generales del Estado de 2022. En un contexto de elevada incertidumbre, y pese a que el Gobierno vaticina en su cuadro macro que España volverá al nivel de paro previo a la pandemia el próximo año, el Ministerio de Trabajo proyecta que el gasto en políticas de desempleo será todavía muy superior al registrado en 2019, justo antes del estallido de la crisis sanitaria.

En concreto, los presupuestos que acaba de aprobar el Consejo de Ministros proyectan un gasto en desempleo de 22.500 millones de euros el año que viene, cifra que supera en un 18% al desembolso de 19.000 millones destinado a prestaciones para parados en 2019. La diferencia respecto al ejercicio previo a la Covid llama la atención porque el Gobierno, en el cuadro macroeconómico que acompaña a los PGE, estima que la tasa de paro cerrará 2022 exactamente en el mismo nivel que registró de media en 2019: 14,1%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Hay que destacar, además, que ese 14% de paro fue la tasa más baja registrada en España desde el año 2008 (11,25%), cuando el desempleo arrancó su escalada imparable con motivo de la crisis financiera. Por eso no deja de ser llamativo que, ante unas perspectivas de evolución del paro relativamente optimistas, el Ministerio de Trabajo calcule que la factura de las prestaciones va a ser el año que viene notablemente más cuantiosa que la desembolsada en 2019, habida cuenta de que el grueso del gasto en políticas de desempleo se destina a prestaciones de paro.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explicó durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este jueves que la reducción del gasto en desempleo respecto a 2021 se debe a "la mejora del empleo y la reducción del paro" y enfatizó que el desembolso por este concepto se va a reducir más de un 10% en 2022 respecto a la factura de este año, que esperan que supere los 25.000 millones de euros. Además, el gasto en 2022 va a ser considerablemente inferior al de 2020, el año más duro de la pandemia, cuando se destinaron a las prestaciones de paro cerca de 36.400 millones de euros, un récord histórico.

El lógico descenso de esta partida respecto a los momentos más duros de la crisis sanitaria, sin embargo, no camufla la incongruencia que supone que el gasto en desempleo vaya a superar el próximo año, que se espera de fuerte recuperación económica, el nivel de 2019, con la misma tasa de paro. Detrás estarían varios factores: para empezar, que los afectados por ERTE no figuran como desempleados pero sí perciben prestación por desempleo, por lo que incrementan el gasto sin elevar la tasa de paro; y además está la problemática estructural del desempleo de larga duración, que se ha incrementado considerablemente con la pandemia.

Desde el Ministerio de Trabajo explican otras peculiaridades que mantienen al alza el gasto en desempleo, como la mejora de la calidad de las prestaciones, como es el caso del subsidio para mayores de 52 años, o las prestaciones y subsidios referenciados tanto al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) como al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), que han experimentado incrementos y seguirán subiendo en 2022, lo que redunda en un aumento de las bases. Además, justifican el nivel de la dotación presupuestaria tanto por los ERTE vigentes como por el futuro Mecanismo de Sostenibilidad en el Empleo.

Hay que recordar que, en el marco de la reforma laboral, el Gobierno está negociando con los agentes sociales la puesta en marcha de un Mecanismo de Sostenibilidad en el Empleo cuya financiación -que se nutrirá de un fondo tripartito entre empresas, trabajadores y el Estado- aún no está definida, aunque el Ejecutivo sí le ha adelantado a Bruselas que la parte estatal se financiará con el excedente de cotizaciones por desempleo, con las aportaciones que abonen al Tesoro Público las grandes empresas que hagan despidos colectivos que afecten a mayores de 50 años, con fondos europeos e incluso con aportaciones de los Presupuestos Generales del Estado.

Pero no solo eso. Detrás del elevado volumen de la partida de desempleo también está la intención del Ministerio de Trabajo, comprometida con Bruselas, de simplificar el sistema de protección por desempleo, unificando en una sola prestación no contributiva todas las ayudas existentes. La ayuda equivaldría al 80% del IPREM, el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples que se utiliza como referencia para la concesión de ayudas, subvenciones o el subsidio de desempleo y que va a subir un 2,5% en 2022, hasta los 579 euros, de modo que el nuevo subsidio, que entraría en vigor el próximo año, alcanzaría los 463 euros, tirando hacia arriba del gasto.

Con todo, la partida destinada a políticas de desempleo en el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales de 2022 que ha elaborado el Gobierno es la segunda más cuantiosa del apartado de gasto social, por detrás del gasto en pensiones, que volverá a pulverizar récords el próximo año con más de 171.000 millones de euros. Si bien desde el Ministerio de Trabajo matizan que se trata de una dotación presupuestara y recuerdan que en los últimos años se han producido tanto casos de superávit en este concepto como situaciones en las que se ha tenido que solicitar recursos extraordinarios.

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