Los partidos del Gobierno empiezan a moverse para que la deseada aprobación de su proyecto de Presupuestos Generales del Estado esté listo en cuanto empiece 2021. El calendario parlamentario que PSOE y Unidas Podemos han diseñado para proponerlo a la Mesa del Congreso, al que ha tenido acceso La Información, establece que la tramitación en la cámara baja dure apenas un mes. Los días 11 y 12 de noviembre serían los más determinantes por ser los elegidos para el debate la totalidad de las cuentas públicas. Después, las cuentas públicas pasarían al Senado, donde su discusión y aprobación supondría otro mes. Por lo que el plan de socialistas y morados es que los PGE puedan ser publicados en el BOE a principios de enero del próximo año. Aunque eso suponga que durante unos días haya que prorrogar las cuentas de 2018 que elaboró el exministro Cristóbal Montoro.
La maquinaria para aprobar las primeras cuentas estatales desde 2018 comienza este mismo miércoles. Será en el acto protocolario en el que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, entregará a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, los documentos para que los ponga a disposición de los grupos parlamentarios. Desde ahí, comenzarán las solicitudes y la celebración de comparecencias de quienes los diputados consideren. También comenzarán a correr los plazos de presentación de enmiendas al texto. Todo eso se concentrará entre el 30 de octubre y la segunda semana de noviembre.
El primer desafío que afrontará el Gobierno será a partir del 11 de noviembre. En esta fecha y el día que le sigue está previsto que se celebre el debate sobre las enmiendas a la totalidad. Quien defenderá la idoneidad de los PGE será María Jesús Montero. Es ahí donde los partidos con los que PSOE y Unidas Podemos quieren contar (los que la investidura de Pedro Sánchez y Ciudadanos) decidirán si dan su respaldo a las cuentas o si los tumban. Por lo que la negociación que tendrán que llevar a cabo en apenas dos semanas después de que se desvele su contenido. Una cita que trae malos recuerdos a Moncloa, ya que en febrero de 2019 la enmienda a la totalidad de ERC impidió al PSOE aprobar sus PGE tras la moción de censura a Mariano Rajoy. Lo que provocó la convocatoria de elecciones generales del 28 de abril.
Si el Ejecutivo logra la confianza mayoritaria del hemiciclo tras la discusión sobre las enmiendas a la totalidad, la tramitación de los Presupuestos entrará en una fase más plácida. Todo será más fácil desde entonces. A partir de ahí, se podrán seguir presentando enmiendas al articulado y la Comisión de Presupuestos comenzará a preparar su dictamen sobre las cuentas. Ese informe se prevé que sea discutido entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre, y tendrá que ser aprobado por el Pleno. Si los grupos lo respaldan, el Congreso remitirá sus conclusiones al Senado. Será ahí donde comience la segunda fase en la que PSOE y UP tendrán que lograr el apoyo para sus cuentas.
En la cámara alta volverá a producirse un debate en el que la ministra de Hacienda defenderá el proyecto. Los grupos tendrán la opción de presentar enmiendas a las secciones del documento que consideren. Aquí podrán plantearse aumentos de ciertas partidas, que tendrán carácter de propuestas de veto. Eso sí, los senadores que lo propongan tendrán que ofrecer una bajada de otra cuantía dentro del mismo ámbito. Después, se volverán a debatir en el pleno, con esa defensa de María Jesús Montero. Si el Senado los aprueba, tomará las riendas la Comisión de Presupuestos, donde se discutirán las enmiendas. Un proceso que durará cerca de un mes, según las previsiones de PSOE y Unidas Podemos.
Una vez finalice el cometido del Senado, las cuentas volverán al Congreso. Allí, los diputados podrán decidir si respaldan las enmiendas de la cámara alta o si las rechaza y mantiene la redacción que se acordó en un primer momento. Este proceso será mucho más corto, y suele durar en torno a una semana o diez días como máximo. Por lo que la votación definitiva tendría que celebrarse en los primeros días de enero.
Que la última discusión sobre los PGE se celebre ya en 2021 implicará que el Gobierno tendrá que prorrogar por tercera vez las cuentas de 2018, que fueron diseñadas por Cristóbal Montoro en el Ejecutivo de Mariano Rajoy. La idea de PSOE y Unidas es que los antiguos presupuestos estén en vigor tan solo unos días, por lo que en las dos primeras semanas de enero del próximo año quieren contar con todas las bendiciones para publicar la ley en el BOE. Pero todo esto dependerá de si superan el complicado trámite parlamentario que comienza este mismo miércoles. El fantasma de lo que ocurrió en febrero de 2019 sigue presente.
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