Los presupuestos generales del Estado como "la mayor apuesta por nuestros jóvenes". Así ha presentado el Gobierno sus cuentas para 2022, marcando una diferencia radical con las tradicionales 'campañas' -si se entienden los PGE como una herramienta para atraer votos- en las que los protagonistas absolutos eran los colectivos más sénior, en particular dos: los jubilados y los empleados públicos. "Es el presupuesto de los pensionistas y de los funcionarios", aseguró en 2018 el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Pero no solo el Gobierno del PP, históricamente, el Ejecutivo de turno ha buscado rédito electoral en las partidas destinadas a la subida de las pensiones y de las nóminas públicas, porque entre ambas atraen 12 millones de potenciales votos. Pero Pedro Sánchez ha cambiado de estrategia esta vez, ha 'olvidado' a estos dos colectivos clave del electorado y se ha lanzado a por el 'voto joven', que aglutina a nada menos que 9 millones de electores.
El 'giro joven' de Sánchez no es casual. Una vez garantizada la revalorización de las pensiones con la inflación en la primera fase de la reforma del sistema, lo que promete mantener el poder adquisitivo de este colectivo sine die, y planteada una subida de sueldos a los empleados públicos en base a la previsión de IPC, Moncloa ha colocado el foco sobre los 9 millones de jóvenes de entre 18 y 35 años que hay en España, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Primero, con un bono para alquiler de vivienda de 250 euros mensuales para todos los que se encuentren en ese rango de edad y quieran emanciparse, con ingresos inferiores a 23.725 euros anuales; y después, con otro bono de 400 euros para acceder a actividades culturales, para aquellos jóvenes que cumplan 18 años a partir de 2022.
El Gobierno ha anunciado como un gran hito de los Presupuestos de 2022 que se va a duplicar el gasto público destinado a los jóvenes, hasta alcanzar los 12.550 millones de euros. Becas, mejora del acceso a la vivienda y a la cultura, fomento del empleo... y hasta fondos europeos para colocar a la juventud como "protagonistas de las cuentas públicas". Las partidas presupuestarias destinadas al colectivo se disparan casi un 85%, con más del 16% de los programas de gasto destinados a financiar actuaciones para jóvenes, cerca del 8% de los presupuestos de los departamentos ministeriales con algún tipo de impacto en el colectivo, más del 20% de los programas del Plan de Recuperación con el foco en la juventud y el 21% de los créditos del mismo plan para inversiones en las personas jóvenes.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se explayó detallando estas medidas el pasado jueves durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario que aprobó los presupuestos con mayor gasto social de la historia. El 2023 es año de elecciones generales, autonómicas y municipales, y aunque la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, se afanó en repetir que los recientes anuncios de Sánchez sobre medidas específicas para el colectivo de jóvenes no buscan captar sus votos, lo cierto es que han sido percibidos con cierto aroma electoral. Y más allá, con una clara intencionalidad por parte del PSOE de situarse por delante de Unidas Podemos ante el ascenso imparable de Yolanda Díaz y su paso al frente para liderar un nuevo proyecto político en el país como eventual candidata.
No fue casual que el presidente del Gobierno anunciase el bono joven para alquiler de vivienda en una rueda de prensa previa al Consejo de Ministros en el que se iban a desgranar los detalles del proyecto presupuestario que acababan de pactar los socios de la coalición y que incluía la intervención del mercado del alquiler por la que tanto ha peleado Unidas Podemos. Sánchez acaparó la atención y el rédito político con una medida que, según criticaron desde el flanco 'morado' del Ejecutivo, "se sacó de la manga en el último momento". También estaba muy medido el anuncio del bono cultural exclusivo para los jóvenes que cumplan 18 años, exactamente la edad legal para poder votar en las urnas. Ni 17, ni 19, ni 20... 18 años recién cumplidos.
La polémica generada en torno a esta última medida estrella, por la exclusión de los toros de ese nuevo bono cultural, también tiene un fondo electoral. Tras una evidente descoordinación en el seno de la coalición, el Gobierno tuvo que recular y retirar la tauromaquia, que en un principio estaba incluida en el bono, a petición de Unidas Podemos. Una decisión que también tiene un sentido en términos electorales, a la vista de que, tal y como revelan las encuestas más recientes, hay un mayor porcentaje de antitaurinos entre el colectivo de gente joven que entre los más mayores. En concreto, el porcentaje de los jóvenes de 16 a 24 años de edad que rechazan los toros alcanza el 84%, que aseguran estar "poco" o "nada" orgullosos de vivir en un país donde la tauromaquia es una tradición cultural, según una encuesta de Ipsos Mori para la organización World Animal Protection.
Estos son los presupuestos de los jóvenes. Atrás quedan las campañas dirigidas a captar los votos de 9 millones de pensionistas. El colectivo joven es igualmente numeroso en términos de población y su decisión electoral puede ser vinculante. Para el PSOE no es baladí, precisamente porque en las últimas elecciones generales, las de 2019, quedó patente que, mientras los 'mayores' siguen votando en clave bipartidista, entre los más jóvenes ganan fuerza los nuevos partidos, en especial los extremos de Vox y Unidas Podemos. Aun así, los socialistas acapararon una mayor proporción del voto juvenil, mientras el PP constató un auténtico problema para calar en este segmento de la sociedad. Su mensaje se aleja de la realidad del colectivo: "Si tienes un trabajo y una nómina, puedes acceder a un alquiler", afirmó recientemente Pablo Casado. La campaña ha arrancado con el 'giro joven'.
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