Las dificultades del transporte marítimo actual a causa de factores como la pandemia o los cuellos de botella en la producción de muchos sectores están encareciendo los fletes, lo que implicará una subida del 1,5% de todos los precios globales, según anticipa este jueves un informe de la ONU. El estudio de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) subraya que si continúan las actuales perturbaciones en el tráfico marítimo los precios de las importaciones a nivel mundial aumentarán un 11%.
Esta situación acabará afectando a la economía de los consumidores, que "tendrán un 1,5% menos de dinero en sus bolsillos" en 2023 con respecto a los niveles prepandemia, explicó a Efe el principal autor del estudio, Jan Hoffmann, experto en comercio y logística de la UNCTAD. Algunos países podrían incluso verse más afectados, alerta el informe, que prevé en este sentido que la subida de precios en muchos países del África subsahariana y el sureste de Asia podría ser del 2,2%, mientras que en países insulares en desarrollo alcanzaría incluso el 7,5%.
El informe también vaticina una ralentización del crecimiento del comercio marítimo que, tras haber aumentado a una media anual del 2,9% en las dos últimas décadas, crecerá anualmente solo un 2,4% entre 2022 y 2026, de acuerdo con las estimaciones de la ONU. En 2020, año marcado por la pandemia y que dejó durante meses varados a 400.000 trabajadores del sector de carga a causa de las medidas sanitarias, el comercio marítimo se desplomó un 3,8%, aunque ha rebotado un 4,3% en 2021, un ritmo que se reducirá al 3,2% en 2022 y al 2,4% en 2023, calcula el informe.
"El impacto de la pandemia en los volúmenes de comercio marítimo en 2020 fue menos grave de lo que se esperaba inicialmente, pero sus efectos secundarios serán de gran alcance y podrían transformar el transporte marítimo", resume el estudio de la UNCTAD. La subida de precios y la ralentización del crecimiento del comercio marítimo se deben en parte, según los responsables del estudio, al aumento de la demanda de productos que se ha producido inesperadamente a causa de la pandemia.
A ello se han sumado problemas en el lado de la oferta derivados de la crisis sanitaria: las medidas de prevención han aumentado el tiempo de atraque de los cargueros en los puertos, retrasando con ello los envíos, hasta el punto de que un buque de contenedores tarda como media un 20% más de tiempo en llegar a su destino.
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