Todo apunta a que este año 2019 será testigo de un histórico cambio de guardia en el liderazgo de la economía nacional. Si las previsiones sobre crecimiento regional de los institutos de análisis económico terminan cumpliéndose, la Comunidad de Madrid completará este año un histórico 'sorpasso' sobre Cataluña como la economía regional con mayor peso en el PIB español.
Los datos oficiales publicados por el Instituto Nacional de Estadística sobre la evolución del PIB regional en 2018 desmintieron que ese movimiento se hubiera producido ya este año pasado, como habían avanzado las proyecciones de algún organismo como el Colegio de Economistas. Las cifras del INE situaron el peso real de la economía catalana en 2018 en 231.277 millones de euros tras haber experimentado un crecimiento del 2,3% (por debajo del 2,6% de la media nacional); mientras que el valor aportado por la economía de la Comunidad de Madrid supuso el año pasado 230.018 millones de euros tras liderar el crecimiento nacional en 2018 con una tasa del 3,7%.
Las previsiones de los institutos de análisis económico auguran un 'sorpasso' este mismo año. El consenso de los analistas espera un crecimiento del 2% de la economía catalana en 2019, mientras que para la Comunidad de Madrid lo sitúan en una horquilla entre el 2,6% y el 2,8%, que permitiría en cualquiera de ambos casos que la aportación de la economía madrileña se situara por encima de la de Cataluña-
La inusual brecha de crecimiento entre la economía de Cataluña y la de la Comunidad de Madrid en 2018 ha conseguido que en un solo año la diferencia entre ambas se recortara de más de 3.500 millones de euros a poco más de 1.000 millones. Por el medio un único factor de explicación: las réplicas sobre la economía -en forma de 'suspensión' de la actividad y huida masiva de empresas, la mayoría de ellas además en dirección a Madrid- generado por el terremoto político y social del referéndum ilegal del 1-O. Lo que cuentan los datos del INE es que la economía catalana evolucionó con mayor vigor que la madrileña (y que la media nacional) en el periodo 2013-2017 y que esta tendencia se modificó de manera severa en 2018, coincidiendo con el impacto de las turbulencias de todo tipo que rodearon el pulso independentista.
La factura de la crisis
Cataluña entró en el siglo XXI haciendo honor a su histórico papel de motor de la economía española. El peso de la actividad de su tradicionalmente fuerte tejido industrial y empresarial y su pujante sector de servicios suponía el 18,9% del PIB nacional y su aportación cuantitativa (132.311 millones de euros, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística) se situaba 8.000 millones de euros por encima de la pujante economía madrileña. Este estado de cosas se mantuvo sin grandes cambios hasta la crisis fiscal y financiera iniciada en 2008, que golpeó de manera mucho más severa a Cataluña que a la Comunidad de Madrid y cerró esa brecha hasta hacerla desaparecer en cosa de apenas cuatro años (2012).
La recuperación vino a restablecer en buena medida el 'statu quo' original y Cataluña volvió a destacarse como la primera economía regional del país. Pero algo cambió en 2017 (ver gráfico). El contexto de creciente inestabilidad política y social se filtró sobre el desempeño económico de Cataluña, lo que se ha traducido en un menor crecimiento en 2018 y en previsiones sombrías para 2019, en ambos casos por debajo del crecimiento esperado en el conjunto de España.
Con todo, el peso del PIB catalán sobre el PIB español ha repuntado del 18,9% al 19,1% en lo que va de siglo. En ese mismo periodo, la Comunidad de Madrid ha pasado de suponer el 17,7% del PIB nacional al 19%. Visto en perspectiva, desde el año 2000 la economía madrileña ha más que duplicado su tamaño en tanto que la catalana ha crecido un 89%, la Comunidad de Madrid también ha crecido más desde el año inmediatamente anterior a la crisis (ver gráfico) -en esencia, porque éste golpeó de manera más dura a Cataluña- y ha crecido también más durante la recuperación, si bien este dato tendría otro signo si se descontara el efecto de 2018, ya que hasta entonces era la economía catalana la que presentaba una mayor pujanza.
El fenómeno ha tenido, lógicamente, impacto sobre el nivel de bienestar de ambas sociedades. La Comunidad de Madrid ya iniciaba el siglo con un nivel de PIB per cápita -uno de los indicadores que se utiliza para medir el nivel de bienestar de las sociedades desarrolladas- superior al catalán (21.333 euros frente a 19.383 euros), pero esta brecha se ha ampliado de forma significativa desde entonces, hasta duplicarse a la altura de 2018 desde los 2.000 euros per cápita con que se inició el siglo a más de 4.000 euros (34.916 euros frente a 30.769 euros).
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