La producción industrial y las ventas al por menor apuntan a la estabilización de la economía china

La producción industrial en China se aceleró más lo esperado en agosto, al igual que las ventas al por menor, según estadísticas publicadas este martes, dos indicadores que confirman la precaria estabilización de la segunda economía mundial.

La producción industrial china registró el mes pasado un aumento de un 6,3% interanual, indicó la Oficina Nacional de Estadísticas (BNS), lo que mejora el 6% de julio y es ligeramente superior al 6,2% vaticinado por los analistas consultados por la agencia Bloomberg.

Esta mejora imprevista refleja, según el BNS, "los esfuerzos para reducir la sobrecapacidad [industrial], disminuir las reservas y el endeudamiento, bajar los costes y deshacerse de los eslabones débiles", como las llamadas compañías 'zombis' (no rentables).

La cifra confirma, en todo caso, la mejora de la actividad manufacturera, que ha progresado desde el mes pasado a su ritmo más rápido desde hace casi dos años, según el barómetro PMI publicado a principios de septiembre.

a producción resistió pese a los cierres masivos de fábricas antes de la cumbre del G20 a principios de septiembre en Hangzhou (este), corazón de la industria textil del país.

Las estadísticas del BNS "muestran un cuadro relativamente positivo, con una aceleración de la producción de cristal, acero y cemento", comenta Julian Evans-Pritchard, analista del gabinete Capital Economics.

Es el caso en la siderurgia: la producción de acero bruto aumentó un 3% interanual en agosto, un aumento que no gustará a Estados Unidos y Europa, que acusan a China de desestabilizar los mercados mundiales con su exceso de producción.

Yang Zhao, analista de Nomura, se muestra más circunspecto, y cree que estos datos son un "impulso esperado y coyuntural" tras la reconstrucción en las provincias del centro y del sur del país, devastadas a principios de verano por las peores inundaciones en veinte años.

"El impacto de las medidas de reconstrucción debería atenuarse después septiembre", indica.

Otro punto positivo para la economía china es el consumo doméstico: después de un brusco traspiés en julio, las ventas al por menor se recuperaron en agosto, con un aumento del 10,6% interanual (+10,2% en julio) cuando los analistas pronosticaban una simple estabilización.

Estos resultados son una buena noticia para Pekín, que quiere reequilibrar su modelo de crecimiento a favor del consumo interno y los servicios.

El sector de los servicios representa más de la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) del gigante asiático y las ventas por internet se han vuelto un motor crucial de la actividad económica.

Sin embargo, la reactivación presupuestaria pierde fuelle: las inversiones en capital fijo, reflejo sobre todo del gasto público en infraestructuras, se incrementaron un 8,1% los ocho primeros meses de 2016, frente a un 9% en el conjunto del primer semestre.

Las industrias pesadas se han hundido por la caída de las exportaciones, que cayeron un 2,8% en agosto, por la colosal sobrecapacidad de producción y por un endeudamiento galopante.

En cuanto al sector inmobiliario, clave en la economía china, pese a que las inversiones aumentaron un 5,4% entre enero y agosto, "las cifras muestran un retroceso en términos de volumen, dada la fuerte subida de los precios" advirtió Yang Zhao de Nomura.

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