Protestas ciudadanas paralizan el traslado de miles de tumbas en ciudad china

  • Las protestas de los habitantes de una ciudad del centro de China han paralizado la iniciativa de las autoridades de trasladar miles de tumbas para reconvertir los cementerios en campos de cultivo o carreteras, informó hoy la prensa local.

Pekín, 21 nov.- Las protestas de los habitantes de una ciudad del centro de China han paralizado la iniciativa de las autoridades de trasladar miles de tumbas para reconvertir los cementerios en campos de cultivo o carreteras, informó hoy la prensa local.

El plan, que debía llevarse a cabo en la ciudad de Zhoukou (provincia de Henan), ha sido aparcado tras las múltiples quejas de los ciudadanos, enfurecidos ante la desconsideración oficial hacia sus antepasados, a los que la tradición china considera sagrados.

Según narra el rotativo "Beijing News", un funcionario del Gobierno provincial de Zhoukou aseguró que los traslados se han "paralizado", aunque justificó la decisión en que se habían "revisado las normativas funerarias y no es correcto utilizar la fuerza para corregir la ubicación de las tumbas".

No obstante, otro diario, el "21st Century Report Business Herald", informa de que una turba instó a las autoridades a "dar ejemplo" y demoler las tumbas de sus propios familiares, lo que ayudó a disuadir al gobierno local de sus intenciones.

Este periódico asegura que, hasta ahora, ya habían sido trasladadas dos millones de tumbas, aunque el Ayuntamiento sólo reconoce haber "movido" alrededor de 400.000.

Henan es una provincia densamente poblada que sufre un agudo problema de escasez de tierras, algo que el Gobierno trataba de paliar con el proyecto, que pretendía convertir los camposantos en terrenos de cultivo o carreteras.

La idea de los gobernantes -en un país en el que no existe la plena propiedad privada de la tierra- suscitó miles de comentarios en la red social "Weibo" -el "Twitter" chino-, y algunos usuarios se llevaron las manos a la cabeza por la "falta de moral" de sus líderes.

"Enterrar a los muertos siempre ha sido un signo de nuestro alto nivel de civilización. Esta campaña muestra que nuestro país ha perdido sus raíces morales", decía un internauta.

Pese a haber cedido en Zhoukou, el régimen comunista alega que no hay tierras suficientes para las sepulturas e insta a la ciudadanía a prácticas como la cremación, una opción que aún no cuenta con muchos adeptos, sobre todo entre la población rural.

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