El gasto público y la caída del cobre disparan la deuda chilena

La reducción de la contribución del cobre, la desaceleración de la economía y el aumento de gastos del gobierno de la socialista Michelle Bachelet llevarán el próximo año la deuda de Chile al 25,2% del PIB, la más alta en 24 años.

El dato figura en el proyecto de Presupuesto 2017, que estos días se debate en el Congreso chileno, en el que se establece que la deuda de Chile en 2017 será la más alta desde 1993. Solo en los últimos 10 años, ésta habrá aumentado 21,3 puntos porcentuales.

Por su parte, el déficit estructural se situará este año en el 1,7% del PIB y el próximo en el 1,5%.

"El deterioro fiscal de Chile no se explica por que estemos gastando mucho, sino por la caída de los ingresos estructurales", asegura el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, en una entrevista al diario La Tercera este miércoles.

"En la medida que la economía vuelva a crecer más de lo que está creciendo ahora y el precio del cobre no caiga, tenemos una base para que el déficit efectivo en los próximos años se vaya cerrando", dijo el ministro, antes de advertir: "Tenemos que entender que no podemos seguir aumentando la deuda a este ritmo por demasiado tiempo".

El próximo ejercicio contempla un aumento del gasto del 2,7%, el más bajo en 14 años, según anunció la presidenta la semana pasada, mientras que los ingresos totales del fisco crecerían solo el 1,7%.

La aportación de la minera estatal Codelco está en caída libre y sólo sumará el próximo año a las arcas del Estado 855 millones de dólares, la contribución más baja desde 2003.

El precio del cobre, del que Chile es el principal productor en el mundo, se ha desplomado, lastrado principalmente por la desaceleración de la economía china, hasta situarse este año en torno a 2,16 dólares la libra.

Las autoridades chilenas esperan que suba a 2,20 dólares el próximo año.

Pese al escenario poco halagüeño que se dibuja para las cuentas públicas el próximo año, se espera que sea mejor que 2016, que cerrará con una caída de los ingresos fiscales del 0,2% con respecto al año previo.

La reforma tributaria del gobierno de Bachelet, que asumió su segundo mandato en 2014, no ha podido compensar la caída.

El director de Presupuestos, Sergio Granados, advirtió a los diputados de la Comisión Mixta ad hoc en el hemiciclo del Senado que si "no se obtiene un mejoramiento de los ingresos efectivos y del precio del cobre, va a ser necesario introducir ajustes a los gastos comprometidos".

La agencia de calificación Moody's ya ha advertido que si la deuda pública chilena sigue en aumento, puede revisar a la baja la nota del país, situada actualmente en "AA3".

Pero no todo son malas noticias. El Banco Central de Chile confirmó este miércoles que la economía chilena creció 2,5% en agosto, más de lo esperado, y muy superior al 0,5 de julio, con lo que en los últimos doce meses, el crecimiento se sitúa en el 2,2%.

El gobierno prevé un crecimiento este año del 1,75% y el próximo del 2,25%, un poco más optimista que el Fondo Monetario Internacional, que mantiene sus previsiones de una mejora del 1,7% y un 2% respectivamente.

Pero el dinamismo actual, en particular en la actividad no minera, permite proyectar que la economía se habrá expandido en torno al 1,9% en septiembre, vaticinan los analistas del Banco Santander, que dejan atrás los temores de una recesión técnica para el tercer trimestre.

Sin embargo, Chile dejará de tener el mayor PIB per cápita de América Latina en 2018 (25.710 dólares) en beneficio de Panamá (25.712 dólares) tras 16 años al frente de la lista, vaticina el FMI, según destaca la prensa local de este miércoles.

La diferencia inicial de dos dólares se ampliaría hasta los 1.681 dólares en 2021 debido al menor crecimiento económico de Chile y al dinamismo de Panamá.

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