Entraría en 2023

Qué supone subir a los 35 años el cálculo de cotización: así afecta a las pensiones

En el componente 30, actualizado en junio de 2021, ya se recoge la necesidad de profundizar en la reforma de 2011 en el sentido de extender el periodo de cómputo para el cálculo de la prestación de retiro. 

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Imagen de wirestock en Freepik.

Asentada ya la primera pata de la reforma de pensiones, que entró en vigor en enero de este año, ahora toca atar los últimos flecos de la segunda parte, que llegará en 2023 y que traerá las medidas más duras y controvertidas. El objetivo principal no es otro que garantizar las prestaciones de los actuales jubilados y que puedan seguir cobrándolas las futuras generaciones, sobre todo la del 'baby boom', la más numerosa, con sueldos elevados y carreras laborales más largas. 

En este sentido, una de las iniciativas que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, está dispuesto a incorporar a su proyecto es un aumento del periodo de cálculo de las pensiones, que en la actualidad se encuentra en 25 años y que llegaría hasta los 35 años. 

Para intentar comprender qué supondría este cambio en los años de cotización, veamos más a fondo cómo afecta el cálculo a las pensiones: en la actualidad, para calcular la base reguladora que, básicamente, determina la prestación de jubilación, se toman como referencia los últimos 25 años cotizados por el trabajador. Esto supone los últimos 300 meses de cotización -que se actualizan según la evolución del IPC, a excepción de los últimos dos años- se dividen entre un cociente de 350. 

No sería, obviamente, la primera vez que se suben los años del cálculo de la pensión. Tal y como recuerda el BBVA, en 1985 se amplió de 2 a 8 años, en 1997 se incrementó hasta los 15 y en la reforma de 2011 se fue elevando progresivamente hasta los últimos 25 años de cotización, aplicados desde enero de 2022. 

Cálculo de la pensión

En el componente 30, actualizado en junio de 2021, ya se recoge la necesidad de profundizar en la reforma de 2011 en el sentido de extender el periodo de cómputo para el cálculo de la pensión de retiro. Aunque no hay detalles más concretos de la propuesta, la medida supondría que, a partir de su entrada en vigor, se incrementaría el número de años considerados hasta los últimos 35 años previos a la fecha de jubilación. Se valora, quizás, la posibilidad de que el trabajador eligiese entre ellos los 25 mejores, que deberían ser continuados. 

Según explica el BBVA, la medida supondría una reducción de las futuras pensiones para una mayoría de trabajadores en activo. Esto es así porque lo habitual es que los sueldos de los trabajadores en activo se vayan incrementando a medida que avanza su carrera laboral. Por tanto, si se calcula la base reguladora teniendo en cuenta los últimos 35 años, se acercaría más al inicio de la carrera laboral, por lo que la cotización de referencia sería más baja y, en consecuencia, minoraría la pensión. 

De hecho, desde el Gobierno se reconoce que, con carácter general, la medida aumenta el carácter contributivo del sistema, pero que puede tener efectos negativos. Por esa razón, asegura, es importante complementarla con medidas que modulan sus efectos como la posibilidad de elección de años o la mejora del sistema de integración de lagunas de cotización.

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