El crowdfunding, o micromecenazgo es un mecanismo colaborativo de financiación de proyectos. Se diferencia de iniciativas más tradicionales, como las colectas, por su base en internet, que ha permitido dar un salto cuantitativo y cualitativo con respecto a iniciativas anteriores que podían ser parecidas pero que se gestionaban fuera del mundo online.
La historia del crowdfunding comenzó con proyectos individuales que buscaban financiación a través de sus seguidores. A partir del año 2000 empezaron a surgir plataformas destinadas a acoger proyectos que buscaban esta inversión de forma colectiva.
Algunas de las más potentes del mundo son:
- Kickstarter, en la que la mayoría de proyectos están relacionados con el mundo de la creatividad
- Indiegogo , donde además de proyectos creativos se financia mucha tecnología e iniciativas sociales.
En Europa, destacan:
- Ulule, con iniciativas de la más diversa naturaleza.
Y, en España, son importantes:
- Verkami, dirigida a artistas fundamentalmente.
- Lánzanos, para proyectos de todas las temáticas.
- Vórticex . Esta plataforma es la primera de financiación y participación colectiva (crowdfunding + crowdsourcing) para proyectos de ciencia e investigación, que tiene como principal objetivo constituir y mantener una comunidad 2.0 estable de apoyo a la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i).
Ventajas del crowdfunding
Una de las ventajas principales del crowdfunding es que se centra en el lema “lo pequeño es importante". No busca grandes cantidades ni grandes mecenas, sino pequeñas aportaciones que acumuladas logran hacer los proyectos viables.
Otra de sus grandes ventajas es que es un mecanismo de financiación ex ante, hace viables a los proyectos antes de que estos se lleven a cabo, lo que reduce los problemas de algunos de los mecanismos de retorno posterior (ej. derechos de propiedad).
Modelos de crowdfunding
Hay distintos tipos de crowdfunding: los de préstamo, de capital, de donación y de recompensas. A diferencia de otros países, donde el crowdfunding basado de préstamo y de capital está sufriendo un incremento muy notable, en España, el modelo predominante sigue siendo el de recompensas.
Este hecho puede deberse, en parte, al marco regulatorio introducido en 2013 que resulta bastante restrictivo tanto para las inversiones privadas en crowdfunding, como para las plataformas que se enmarcan dentro de los modelos de préstamo o capital.
La financiación conseguida a través del crowdfunding sigue creciendo a un ritmo importante, aunque su crecimiento exponencial se ha frenado en los últimos años. El crowdfunding ha ayudado a que proyectos disruptores lograsen acceder a un nicho de mercado que tendrían cerrado por otras vías.
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