¿Seguirás pagando la cuota?

¿Si un banco quiebra que pasa con la hipoteca?

La caída de Silicon Valley Bank y la debacle del banco suizo Credit Suisse han puesto en alerta a los ahorradores. Además de los problemas con el dinero, los clientes también se preocupan por sus hipotecas. 

Pagar cuota de la hipoteca.
Pagar cuota de la hipoteca.
©[kanchanchitkhamma] a través de Canva.com

¿Silicon Valley Bank (SVB) y Credit Suisse serán un nuevo Lehman Brothers? La bancarrota de la primera y el desplome en el mercado de la segunda han generado gran incertidumbre entre los ahorradores. Si bien el dinero que tenemos en la cuenta bancaria puede estar protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) en caso de quiebra, eso sí, hasta los 100.000 euros por titular y cuenta, en el caso de las hipotecas y otros préstamos personales puede ser diferente. 

"Las quiebras de los bancos no afectan a los hipotecados, ya que su deuda la asume la nueva entidad que se crea. Las condiciones de la hipoteca se tienen que mantener, puesto que el contrato hipotecario firmado ante notario sigue en vigor", señala Laura Martínez, portavoz del comparador hipotecario iAhorro.

Desde el comparador apuntan algunas de las alternativas posibles para afrontar esta situación con la hipoteca en caso de quiebra de un banco. Ante todo hay que saber que las condiciones firmadas en un principio no podrán modificarse, pero quizás el nuevo banco establezca otros requisitos a los nuevos clientes por el resto de los productos que deban contratar. 

¿Qué ocurre con mi hipoteca si mi banco quiebra?

Un banco puede quebrar si no tiene suficientes fondos para afrontar sus responsabilidades, es decir, si no tiene dinero para pagar todos sus gastos. En ese momento, la entidad presenta un concurso de acreedores, a través del cual intentará llegar a un acuerdo con los bancos mayoristas que le hayan prestado dinero, depositantes, obligacionistas, etc. para saldar la deuda. En el caso de que se lograra un entendimiento, la entidad no quebraría y en un periodo determinado volvería a la normalidad.

Si no se llegase a un acuerdo, el banco empezará lo que se conoce como una liquidación ordenada. Tanto los bancos nacionales como los internacionales compran partes de la entidad para que esta pueda saldar su deuda y así evitar la quiebra de la entidad.

No obstante, si el banco se encuentra en una situación verdaderamente complicada, es decir, que ninguna entidad se quiere hacer cargo de él por la deuda que tiene y está a punto de quebrar, el Estado puede intervenir y rescatarlo. Tras la caída de Lehman Brothers en 2008 y la posterior crisis económica, existe cierto consenso en los países para no dejar caer a los bancos que tengan algo de relevancia.

Si el banco no quiebra y acaba siendo comprado por otro o rescatado por el Estado… En este supuesto, ¿qué ocurrirá con nuestra hipoteca? Este préstamo es un activo de la entidad, por lo tanto, si el Estado o una entidad compra nuestro banco, también adquirirá nuestra deuda. Eso significa que seguiremos pagando la hipoteca con las mismas condiciones, puesto que continuaremos debiendo ese dinero, solo que a otro organismo.

¿Puedo cambiar mi hipoteca de entidad si quiebra el banco?

Como hemos mencionado anteriormente, en caso de que el banco no consiga un acuerdo con los acreedores, será rescatado o por el Estado o por las entidades interesadas en comprarlo y asumir su deuda. "En este punto, el hipotecado también puede aprovechar este momento para cambiar su hipoteca de banco si por el motivo que fuera no le interesará tener su préstamo con la entidad compradora", comenta Martínez. Debemos recordar que en ningún caso la hipoteca se cancelaría o se modificaría en perjuicio del hipotecado. El usuario tendrá que adaptarse a la nueva entidad, tanto buscando su nueva sucursal como instalando la app móvil o asumiendo posibles comisiones que no tengan que ver con la hipoteca.

Si surge el temor y el cliente quiere trasladar su hipoteca, es posible, puesto que los mecanismos que existen para cambiar de banco se pueden utilizar en cualquier momento, independientemente del estado de la entidad. Será posible usar dos métodos:

  • Subrogación por cambio de acreedor: trasladaremos la hipoteca a otra entidad y allí empezaremos a pagar desde donde lo dejamos con el banco anterior. Se nos puede exigir una comisión por realizar la operación, pero solo es aplicable si nos subrogamos antes de cumplir tres años con la hipoteca. Asimismo, tendremos que pagar gastos de tasación y el coste de la oferta vinculante.
  • Cancelación de la hipoteca: la nueva entidad nos da el dinero para saldar la deuda con la actual y, de esta forma, poder abrir una nueva hipoteca con ellos. Empezaríamos a pagar el préstamo desde cero con todo lo que eso conlleva: comisión de apertura (en el caso de que la tenga), la mitad de los gastos de notaría, etc.

¿Qué pasa si el banco se fusiona con otra entidad?

Cuando un banco se fusiona con otro no afecta a nuestra hipoteca, puesto que seguiremos debiendo una cantidad de dinero. En este caso, en lugar de pagárselo a una entidad, se lo devolveremos a la que haya surgido tras la fusión. Las condiciones del préstamo también se mantendrán intactas.

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