Ante la guerra en Ucrania

Qué significa topar el gas, la propuesta de Sánchez para bajar el precio de la luz

Durante hoy y mañana, viernes, el Consejo Europeo fijará la hoja de ruta para hacer frente a la crisis energética que viene golpeando al continente desde hace meses y que se ha acrecentado con la guerra.

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Qué significa topar el gas, la propuesta de Sánchez para bajar el precio de la luz
©️[Chris_LeBoutillier] a través de Canva.com

El calendario fijado para los próximos días marcará el futuro económico más inmediato de Europa, en general, y de España, en particular. Por lo pronto, el Consejo Europeo ya tienen su cita fijada para este jueves y mañana, viernes, con el objetivo de consensuar una hoja de ruta para hacer frente a la crisis energética que viene golpeando al continente los últimos meses y que se ha acrecentado aún más con la invasión rusa en Ucrania. En terreno nacional, el paquete de medidas llegará el próximo martes, 29 de marzo, en lo que será uno de los Consejos de Ministros más importante -si no el que más- en lo que va de año, sobre todo para los bolsillos españoles, que han sufrido la pérdida de poder adquisitivo a consecuencia de una inflación que se sitúa ya por encima del 7%, la más alta desde los años 80. 

En este sentido, la Comisión Europea ya tiene sobre la mesa una obligación para que las instalaciones de almacenamiento de gas en la Unión Europea estén al 80% de su capacidad el próximo noviembre, de cara a asegurar el suministro para la próxima temporada de invierno. La propuesta, eso sí, fija una cifra mínima, que sirva como umbral para que los próximos años se incremente de forma gradual entre febrero y octubre. La comisaria de Energía, Kadri Simson, ha apuntado en un comunicado que los mercados energéticos se encuentran en un momento "turbulento", especialmente desde la invasión Rusia de Ucrania, por lo que Europa necesita asegurar el suministro de gas para el próximo invierno y aliviar la presión de los mercados energéticos en las facturas de los consumidores.

Mientras tanto, la idea inicial del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para aliviar el recibo de la luz -cuyo récord (a fecha 24 de marzo) se situó en una media de 500 euros megavatio hora el pasado día 8- era "desacoplar el gas del precio de la luz". Para ello, el líder del Ejecutivo inició un 'roadshow' en el que se reunió con hasta ocho homólogos, con el objetivo de lograr la mayoría de apoyos posibles de cara a la cita de Bruselas. Pero se ha encontrado un escollo tan duro como relevante: Alemania, que tiene una enorme dependencia del gas ruso y, por tanto, se ha opuesto a este tipo de medida, aunque fuera incluso aprobada por un periodo de tiempo limitado. 

Finalmente, Sánchez ha terminado su gira europea con una carpeta mucho más delgada que cuando la inició. Y es que dado que ya se da por asumido que el Consejo Europeo no va a desacoplar el gas del precio de la electricidad, ahora todos los esfuerzos están puestos en poner un tope ibérico al gas. Una propuesta que ya tiene consensuada con su homólogo portugués, Antonio Costa. Se trata, pues, de una medida de menor calado, pero que sí tendría un efecto inmediato para paliar en cierta parte la situación de emergencia que se vive en el país. 

Cómo fijar un precio máximo

Topar el precio del gas significaría, básicamente, fijar un precio máximo al gas. Pero la falta de explicaciones concretas sobre cómo funcionaría ese tope que los países del sur de Europa tienen previsto defender en el Consejo Europeo no ha despejado la incertidumbre que pesa sobre las grandes empresas del sector, tanto en lo que respecto a generación como a comercialización de la luz. 

Un tope al precio del gas supone que las centrales españolas de ciclo combinado tendrán que generar energía a pérdidas en los momentos, como el actual, en que el precio mayorista del gas esté por encima. Dicho de otro modo, se generará un déficit de tarifa que habrá que compensar de alguna manera para evitar que vaya directamente a engrosar el déficit público, un efecto que incluso está prohibido por ley. Para hacer frente a ese desequilibrio, que se generará a las grandes eléctricas que utilizan el gas y que meten en el 'pool' cada día en torno al 15% del total de la energía que se produce en España, hay dos vías. 

Una primera sí que iría en contra de lo que se pretende, que sería introducir una parte en la factura de los consumidores. Otra, utilizar la opción de la Comisión Europea de actuar sobre los beneficios caídos del cielo que reciben las compañías por vender al marginal máximo todo tipo de energía, no solo la derivada del gas. 

Por qué el precio del gas afecta a la luz

Los altísimos niveles en el precio de la luz se han producido a rebufo de la escalada en el precio del gas natural. La guerra en Ucrania ha tensionado y disparado, aún más, un mercado que lleva registrando récord tras récord desde los últimos meses del pasado año. Un acelerón que ha puesto contra las cuerdas al mercado de la electricidad y es, en parte, el responsable de que los hogares estén pagando precios de récord en el recibo de la luz.

En el caso concreto del gas, su evolución responde a la demanda creciente para hacer funcionar los ciclos combinados en Europa (generan energía eléctrica con gas) y a la fuerte demanda de los países asiáticos de cara a la temporada de invierno, así como las restricciones por parte de Rusia en el suministro a Europa y a la invasión del ejército de Vladimir Putin en Ucrania. En España, las centrales de ciclo combinado generan alrededor del 7% de la energía eléctrica que consumen las familias.

El consumo europeo de gas ha ido disminuyendo de forma constante desde la crisis financiera de 2008 debido a factores como el aumento de las fuentes renovables, la recesión económica y el carbón barato. Sin embargo, la producción nacional en Europa ha descendido todavía más rápido (se ha reducido alrededor del 20% en la última década) y la dependencia de las importaciones ha crecido estructuralmente, sobre todo de países como Rusia.

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