Los 'quemados' de Defensa: ¿Por qué los funcionarios se marchan del ministerio?

  • Sin pluses de productividad, sueldos bajos y con destinos alejados del centro de las ciudades, los concursos de traslado provocan oleadas de salidas. 
Las ministras de Defensa y de Trabajo, Margarita Robles y Magdalena Valerio
Las ministras de Defensa y de Trabajo, Margarita Robles y Magdalena Valerio
MINISTERIO DE DEFENSA

Los concursos de traslado, que de forma periódica se convocan en las administraciones para permitir la movilidad de trabajadores entre departamentos y que estos encuentren su destino ideal, provocan "auténticas desbandadas" en el Ministerio de Defensa, el área menos valorada por los funcionarios y personal laboral por diversas razones, entre otras la retributiva. Así se constata en las tablas facilitadas por la Federación de Empleados de Servicios Públicos de UGT, que también muestran el poco interés de la plantilla de otros departamentos por probar suerte en el ministerio que en la actualidad dirige Margarita Robles, que se ha encontrado con una situación heredada.

La brecha salarial entre los empleados de la Administración General del Estado (AGE), en la que están destinados algo más de 200.000 trabajadores -solo 16.600 en el Ministerio de Defensa, según el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas-, es especialmente significativa entre los diferentes ministerios y condiciona de manera importante la decisión de los efectivos en el momento de elegir sus destinos.

Así, hay ministerios como el de Fomento o Trabajo y Seguridad Social que resultan especialmente atractivos laboralmente debido a los complementos retributivos, mientras que en otros, como el de Defensa, 'huye' el personal, siendo el departamento que más plantilla ha perdido durante las cuatro últimas convocatorias de traslado. En el concurso de 2017, de las 780 plazas convocadas en los ministerios, únicamente 11 empleados públicos optaron por el departamento de Robles, mientras 79 trabajadores decidieron marcharse. En la de hace tres años fue mayor el número de los que decidieron optar por otros destinos, 123, y solo 23 decidieron probar suerte allí.

"Los flujos que se observan en los concursos de traslados dentro de la propia Administración General del Estado certifican cuáles son los destinos menos atractivos". Del Ministerio de Defensa, por ejemplo, huye el personal, y es la administración que más plantilla pierde. "Los trabajadores salen huyendo en desbanda", asegura Carlos Álvarez, secretario general del sector de la Administración General del Estado (AGE) de UGT, que además subraya que en el resto de los efectivos apenas despierta interés ese área.

Álvarez explica a La Información que el factor salarial es uno de los más determinantes a la hora de elegir otros departamentos. "Trabajar en Defensa no está compensado económicamente. Es donde menos se paga y es residual, a diferencia de otros ministerios, el complemento de productividad". El responsable sindical asegura que en el ministerio "se margina retributivamente" a los trabajadores frente a los empleados que desempeñan su labor en Trabajo y Seguridad Social y, fundamentalmente, en los organismos autónomos, donde los pluses por objetivos son elevados.

Junto a esto en Defensa, la mayoría de los trabajadores tiene contrato laboral. De una plantilla de 16.600 empleados, solo 4.200 son funcionarios y el resto es personal laboral, un colectivo que con categorías y niveles similares al de sus compañeros tiene sueldos muy inferiores y en el que los mileuristas son bastante habituales. Además, la misma "idiosincrasia" del ministerio, con numerosos departamentos y sedes alejadas de lugares céntricos, hace que muchos trabajadores descarten como opción trabajar en el departamento, para evitar entre otras cosas largos desplazamientos, asegura Álvarez.

Por último, el dirigente sindical apunta otro de los graves problemas del ministerio: la elevada edad de sus empleados. Debido a que durante los últimos años este sector no ha sido considerado prioritario, por lo que el relevo de efectivos ha sido mínimo o nulo, a diferencia, por ejemplo de áreas como la Agencia Tributaria o la Seguridad Social. Eso hace que el ministerio tenga una plantilla muy envejecida, sin relevo, que ronda los 57 años por el protagonismo del personal laboral, frente a la media de 53 años en la AGE.

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