El impacto en Cádiz como ejemplo

Radiografía de un shock económico: las tres etapas del 'duelo' para el empresario

Radiografía de un shock económico: las tres etapas del 'duelo' para el empresario
Radiografía de un shock económico: las tres etapas del 'duelo' para el empresario
Nerea Bilbao

Al principio, fue el shock. Luego vino la lucha por la supervivencia. Y ahora toca darle vueltas a todos los escenarios posibles que se pueden abrir en las próximas semanas. La famosa desescalada es un laberinto a los pies de los empresarios. Históricamente, la psicología distingue cinco fases básicas del duelo ante la pérdida de alguien cercano: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Los empresarios, que siguen aclarando cada vez que hablan o lanzan un comunicado que lo primero es la salud y salvar vidas, han reducido (o integrado) a tres el proceso que comenzó hace ya un mes y que ha cambiado toda regla económica conocida. En todo el mundo, en España… y también, en Cádiz, la zona cero histórica cuando se habla de paro.

No había terminado el mes de marzo y la mitad de las empresas de la provincia gaditana ya se declaraba completamente inactiva. Una semana después, antes del parón de cuatro días a partir del Jueves Santo, la caída de ingresos registrada en los primeros 20 días de la cuarentena (incluida ya la hibernación) había escalado hasta el 80% del total. De hecho, de esa mitad escasa de negocios que aún resistía, nueve de cada diez admite graves problemas de falta de trabajo, de suministros o incluso de equipos de protección mínimo para poder desempeñar su labor.

"La economía gaditana lleva ya casi un mes al ralentí y cualquiera que sepa un poco de mecánica sabe que el motor se quema si se mantiene esa situación mucho tiempo", resume la situación Javier Sánchez Rojas, presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, en la presentación de una encuesta con casi 500 empresas de todo tipo de la provincia entre sus 20.000 representados. En suma, una de cada tres de las alrededor de 62.000 firmas (incluidas las dirigidas por autónomos y unipersonales) que había en Cádiz, según datos del INE a finales de 2019.

Los resultados de esta encuesta son calcados a los que una asociación nacional como ATA (que representa a 3,2 millones de autónomos en toda España) hizo publica el jueves. En ella, se constata que la mitad de los autónomos han dejado de trabajar por completo y que solo uno de cada cuatro sigue saliendo a la calle, bien porque su actividad se considera esencial o bien porque ahora puede tras el parón del 30 de marzo al 13 de abril. Si bien, solo el 4,4% del total de los encuestados considera que su trabajo no se ha resentido.

Sin embargo, cuando se amplía el foco de las cifras se pierde de vista a las personas. Volviendo a Cádiz y al relato de esta crisis, el líder de la patronal provincial recuerda que, al declararse el estado de alarma, el empresariado quedó en estado de parálisis. No tanto por el bloqueo inmediato de la actividad (que también) sino por no saber cómo podía reaccionar. ¿Qué hago? ¿Aprobarán ya lo del ERTE? ¿En qué condiciones? ¿Puedo acogerme al ERTE? ¿Tengo que parar toda la actividad si quiero cobrar algo de esa ayuda del autónomo?

"En los primeros días nos dedicamos a informar de lo que podíamos informar porque cada mañana había una novedad", apunta Sánchez Rojas. "Las cuestiones con más demandas de información han sido los ERTE’s y las normas de movilidad, denotando en general la falta de un único criterio a la hora de que abrieran los negocios. Posteriormente, este último asunto se fue resolviendo, pero fue reflejo de la falta de definición, de cierta improvisación inicial, como califican un número significativo de empresas", añade.

Despejada la primera gran incógnita para el empresario, los ERTE dominaron el panorama productivo gaditano. Los últimos datos de la Consejería de Empleo de la Junta revelan más de 13.000 procedimientos que incluye a unos 63.000 trabajadores. En una provincia que cerró febrero con 375.000 afiliados a la Seguridad Social eso supone perder en tres semanas a uno de cada seis de sus empleos solo en los ERTE, toda vez que el número de empleos temporales evaporados con la Semana Santa y el arranque de la temporada alta turística que nunca ha sido engordará aún más las cifras del paro.

"Me gustaría recordar el compromiso que tienen los empresarios y que a menudo se olvida. Cuando una empresa hace un ERTE y no despide directamente es que está demostrando que quiere seguir, que no pierde la esperanza de continuar con la actividad", recalca el presidente de los empresarios gaditanos quien igualmente incide en que otra gran preocupación de los encuestados es que no se les conceda el expediente por fuerza mayor.

Con lo que se pasa a la segunda etapa: la negociación. La búsqueda de liquidez, en palabras más directas (y económicas). Esa fue la segunda fase del duelo empresarial y ha sido aún más confusa que la primera porque todavía al día de hoy se siguen aprobando moratorias, aplazamientos, medidas de apoyo... Sin entrar en el acceso a la financiación, la CEC considera que hay que mimar a esas empresas que apuestan por seguir pese a no tener nada de trabajo a corto plazo.

"Estamos pidiendo una patada hacia delante en el pago de muchos impuestos", resume Sánchez Rojas, para quien el paso de abril a mayo de las liquidaciones de IVA trimestrales apenas va a solucionar nada porque no parece que para el 20 de mayo la actividad económica haya recuperado el suficiente aire. No reclaman una quita ni nada por el estilo, subrayan, sino que se retrase a final de año el cobro fiscal.

"Hemos emitido facturas a principios de marzo a proveedores que no sabemos cuándo nos pagarán… si es que lo hacen alguna vez porque nunca van a abrir de nuevo; hemos cerrado a principios de año contratos anuales que se pagaban de forma mensual pero a los que les hicimos descuentos porque eran para todo un ejercicio y ahora solo nos vemos con dos meses pagados… y muy por debajo del precio normal porque era una oferta… Nadie paga nada", se queja un autónomo que trabajaba con comercios y restauración en su mayor parte.

¿Y qué piden entonces los empresarios a las administraciones? "Que se hibernen las obligaciones fiscales y regulatorias. Aplazamientos de pagos en materia de impuestos y Seguridad Social hasta que cada empresa, cada negocio, cada autónomo, recupere un nivel de normalidad que le haga sostenible en el tiempo. No puede haber fórmulas iguales para todos los sectores, todos los tamaños y todas las fórmulas productivas. No es lo mismo un hotel de primera línea de playa que una empresa con un mercado constante y recurrente", se explican desde la CEC.

Esta exigencia de no tributar hasta que regrese el negocio, una vez más, casa con lo que no dejan de repetir los autónomos de toda España y queda reflejado negro sobre blanco en la encuesta de estos días. Lo que más valoran y esperan es no pagar las cuotas de abril… y de mayo. En la respuesta de unos y otros queda clara otra sensación: la economía española seguirá en mayo en estado cercano al coma.

Lo que lleva, definitivamente, a la última etapa del duelo empresarial. La aceptación y la planificación para salir del hoyo cuanto antes. Desde Cádiz, donde el turismo sostiene a gran parte de la economía la mitad del año (y, en cierto modo, debido a la generalización de los fijos discontinuos, el resto del tiempo lo hace el Estado), ya se asume que el turista extranjero no va a venir en mucho tiempo. Habrá que tirar del turismo nacional y "demostrar con otro tipo de valor añadido la calidad de nuestra planta hotelera", sostiene Sánchez Rojas.

Sin embargo, el turismo en lo que se piensa cuando se exponen los escenarios de desescalada. Para salvar en cierto modo la temporada, no se debería esperar a mucho más allá de junio. "Y eso siendo optimistas pero realistas", apuntilla el presidente de la patronal en Cádiz. Por todo ello, urge mucho más mirar hacia otra parte importante del tejido productivo: la industria.

"Hay que recordar que en ninguna industria española se ha producido un foco de contagio", indica la CEC. Es decir, que es un sector con altas dosis de seguridad y control de los procesos. También es un sector que en Cádiz, desde el Campo de Gibraltar y su foco energético a la industria naval en la Bahía de la capital, no solo genera por sí mismo, sino que su efecto arrastre en forma de industria auxiliar (amén de comercio y servicios en general) mueve al resto de la economía no dedicada al turismo.

La Confederación gaditana, en suma, apuesta por concentrar los esfuerzos en lo que está más preparado para reactivarse en el menor tiempo posible y con el mayor efecto de arrastre que se pueda. "Necesitamos comprar tiempo", culmina su mensaje Javier Sánchez Rojas. Tiempo para recuperar el tiempo que ya se ha perdido y no pararse a mirar atrás cuando, allá por febrero, se comentaba en el mundillo económico gaditano que la provincia vivía uno de sus momentos con mejor potencial de la historia. "No podemos quedarnos en lo que no fue cuando tenemos este reto por delante", descaran ante cualquier atisbo de melancolía inútil.

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