Rajoy, primer aniversario: Cosas que dijo que aprobaría y que la crisis ha echado por tierra

¿Qué es peor? ¿Prometer algo y hacer lo contrario? ¿O prometerlo y no cumplirlo? A Mariano Rajoy se le ha achacado más de lo primero que de lo segundo, como cuando prometió en campaña que no subiría impuestos y que no tocaría sanidad y educación. Y lo hizo.

Pero, ¿qué ha pasado con hacer de los emprendedores y autónomos el centro de su política? ¿Y la eliminación de competencias duplicadas? ¿Y el fin de los puentes? ¿Y los hispabonos? ¿Y el adelgazamiento de la administración territorial?

Todas las medidas anteriores han sido prometidas para un plazo que ya ha expirado. No es que estuvieran en el programa electoral (que también, en más de un caso) sino que allá por enero y febrero se dijo que estarían en abril, mayo, junio...

Todas ellas esperan a entrar en la mesa del Consejo de Ministros. Hay quien compara la agenda de Moncloa cada viernes como un aeropuerto donde esperan su momento para aterrizar múltiples aviones. El punto débil de la metáfora es que cuando a una medida real se le acaba la gasolina termina en un cajón para siempre.

Los aviones que esperan pista son:

- Ley de Emprendedores. El presidente popular la anunció para el primer trimestre del año y es el caso más llamativo de retrasos sin fin. El pasado mes de junio, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría desveló novedades al respecto y dijo que se aprobaría "antes de que termine el verano". Ahora, Moncloa habla de la Ley de Emprendedores se aprobará en el primer trimestre de 2013.

Esta norma debía introducir medidas como el pago del IVA por parte de los autonómos cuando cobran una factura de la Administración (y no cuando la emiten). Pero, a medida que ha pasado el tiempo, otras leyes como la reforma laboral o el plan de lucha contra el fraude han incorporado materias relacionadas con las pymes, vaciando de contenido la ley original.

Por eso, porque el paquete de medidas ha perdido relevancia, Moncloa reveló nuevas actuaciones para los emprendedores, como la posibilidad de que tengan una segunda oportunidad.

- Eliminación de duplicidades. Con el nombre de Ley de Gobierno y Administración Local, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró en abril en el Congreso que el Gobierno aprobaría en el mes de mayo esta norma.

Con ella, se pretendía acabar con la duplicidad de organismos de varias administraciones sobre una misma materia. El ejemplo palmario es el de las oficinas de vivienda, de las que existen ejemplos municipales, autonómicos y estatales en una misma ciudad.

Mayo ha pasado y el martes pasado el Gobierno se limitó a decir que estaría "en las próximas semanas".

- Reducción de gastos en la Administración. Ha sido una de las medidas más repetidas durante varios Consejos de Ministros, pero aún se espera el gran plan para adelgazar la estructura administrativa que anunció, por ejemplo, Mariano Rajoy en marzo durante una sesión de control en el Congreso.

Por ahora, Hacienda y Presidencia han presentado varias cifras de órganos y sociedades públicas que deberían eliminar autonomías y ayuntamientos, pero falta la concreción por parte de las administraciones implicadas.

De hecho, el grueso de esta promesa, que es la reforma de la administración local, sigue sin fecha de aprobarse

En lo que respecta al Estado, el Ministerio de Presidencia ha recortado algunos altos cargos y direcciones generales. Más recientes es el recorte a la mitad del número de coches oficiales. Sin embargo, todavía faltan ajustes por aprobar y, en cualquier caso, la aplicación de éstos es muy lenta.

- Adiós a los acueductos. Fue uno de los titulares del debate de investidura: se acabaron las fiestas a mitad de semana que provocaban parones de la actividad durante varios días seguidos.

El Gobierno tenía claro que iba a legislar que todos los festivos (excepto los muy significativos como Navidad o el 12 de octubre) se celebrarían en lunes. Sin embargo, se han elaborado ya dos calendarios laborales, el de 2012 y el de 2013, sin que se haya regulado esta promesa.

La última noticia es que el Ejecutivo prevé tener esta reforma para final de año y que actualmente está negociando con sindicatos, patronal e Iglesia para lograr el máximo consenso posible. ¿Cumplirá esta vez?

- Hispabonos. Por llamarlo de alguna manera (que no le gusta nada al Gobierno): se trata de un nuevo mecanismo que serviría para inyectar, una vez más, liquidez a las autonomías.

El nombre original se acuñó porque la primera idea emulaba la de los eurobonos, pero a nivel nacional: el Estado avala o respalda emisión de deuda autonómica para rebajar el elevado interés que se le pide a las regiones ya que los mercados se van a fiar más del Estado.

La medida iba a aprobarse antes de los Presupuestos (en marzo) para que entrase en vigor en junio. Luego, en junio, se dio por hecho que recibiría el visto bueno del Consejo de Ministros, pero se canceló en el último momento porque Bruselas no veía bien en ese momento que se diera más ayuda a las autonomías.

Al final, en verano, se aprobó el Fondo de Liquidez Autonómico, un vehículo dirigido a inyectar liquidez a las autonomías concediéndoles el dinero que necesitan a cambio de los ajustes que pide Moncloa.

Pero su diseño final dista mucho de la opción inicial del Ejecutivo, que apostaba más por avalar las emisiones o una solución similar, que por tener que levantar fondos para dárselos a las autonomías.