Rajoy ratifica junto a Monti su política de recortes, pero descarta revueltas

  • El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha ratificado hoy junto al primer ministro italiano, Mario Monti, su política de recortes ante una caída del PIB español superior al 1 por ciento y ha anunciado que la plasmará en los presupuestos que presentará el 30 de marzo, pero ha descartado revueltas sociales.

Roma, 23 feb.- El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha ratificado hoy junto al primer ministro italiano, Mario Monti, su política de recortes ante una caída del PIB español superior al 1 por ciento y ha anunciado que la plasmará en los presupuestos que presentará el 30 de marzo, pero ha descartado revueltas sociales.

La primera reunión entre Monti y Rajoy, celebrada en el Palacio Chigi de Roma, ha tenido lugar en el día en el que la Comisión Europea ha hecho públicas sus nuevas previsiones de crecimiento para la UE, con una contracción de la economía española del 1 por ciento y del 1,3 por ciento en el caso de Italia.

Rajoy ha señalado que su Gobierno "hablará" con la Comisión Europea sobre el objetivo de déficit público, fijado para España en el 4,4 por ciento del PIB para 2012, con el fin de que, según han avanzado fuentes de su Ejecutivo, fije una cifra "realista".

En opinión del Gobierno español, hay que tener en cuenta tanto la previsión de recesión, como el déficit con el que cerró 2011, que el Ejecutivo sitúa por encima del 8 por ciento del PIB, dos puntos por encima del comprometido con Bruselas.

Confiado en "la madurez, el equilibrio y la sensatez del pueblo español", Rajoy ha asegurado que no teme que los recortes y las reformas generen una especial tensión social en la calle.

No habrá revueltas, a su juicio, si los gobiernos son "justos y equitativos" y explican la necesidad de unas medidas que no se toman "para fastidiar a nadie".

El Gobierno presentará el cuadro macroeconómico en la primera quincena de marzo e incluirá una contracción el PIB superior al 1 por ciento que vaticina la CE, ya que el Banco de España la cifró en el 1,5 y el Fondo Monetario Internacional en el 1,7 por ciento.

A continuación se fijará un techo de gasto "prudente" basado en una previsión de ingresos "sensata y razonable", y un objetivo de déficit para todas las administraciones.

Rajoy ha anunciado también que, con las nuevas proyecciones de recesión, instará a las comunidades autónomas y ayuntamientos a corregir sus presupuestos, diseñados sobre previsiones no realistas.

"El objetivo va a seguir siendo reducir el déficit publico; a partir de ahí hablaremos con la Comisión Europea", pero "España cumplirá con sus objetivos de déficit público", ha manifestado Rajoy, fiel al principio de "no gastar lo que no se tiene".

Como ha descartado la posibilidad de subir más los impuestos en los próximos presupuestos, ha apuntado que habrá que recortar los gastos y ha avanzado que las cuentas serán "más austeras" que las del año pasado.

A pesar de las presiones de Bruselas, ha insistido en que los presupuestos se presentarán el 30 de marzo, y no antes.

Monti, embarcado también en un estricto proceso de consolidación fiscal, ha elogiado el camino emprendido por España y se ha mostrado "muy impresionado por la reforma laboral y del sistema bancario" español.

De hecho, ha anunciado que se creará una mesa de trabajo a nivel técnico entre Roma y Madrid para compartir la experiencia de las reformas del mercado de trabajo, que Italia espera aprobar antes de que termine el próximo marzo.

Tanto Monti como Rajoy han subrayado su compromiso con la disciplina fiscal, pero han pedido a la UE que, de forma simultánea, dé pasos en favor del crecimiento y el empleo.

Ambos son dos de los doce firmantes de la carta enviada a los presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, para que se complete el mercado único en sectores como el digital, la energía o los servicios.

Rajoy ha defendido además su programa de reformas estructurales porque un gobierno "serio" debe pensar en el medio y largo plazo.

No obstante, ha asumido que las reformas serán "más duras y difíciles" de entender porque, aunque sientan las bases para el crecimiento futuro, no tendrán un efecto en el corto plazo.

Rajoy y Monti han almorzado juntos en un ambiente distendido y cordial, según fuentes del Gobierno español, y después el presidente del Gobierno se ha desplazado al Palacio del Quirinale para entrevistarse con el presidente italiano, Giorgio Napolitano. EFECOM

nl/son

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