La ayuda solo llega a 1,1 millones de usuarios

La luz en máximos históricos apuntilla la economía de 2,7 millones de hogares

El Banco de España señala que hay 4,5 millones de familias pobres. Los ingresos de un 17% de hogares no llegan a mil euros, según el INE. El BBVA alerta que 6 millones de familias no aguantan 3 meses sin ayudas.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera
Pese a las ayudas temporales del Gobierno, el recibo sigue subiendo en el mes de agosto.
EFE

El precio de la luz continúa imparable en el mes de agosto y pocos dudan de que el récord histórico de 113 euros por megavatio hora que se ha alcanzado quede pulverizado en los próximos días en un contexto en el que ni siquiera las medidas impulsadas por el Gobierno de Pedro Sánchez para rebajar el coste de la electricidad han tenido el efecto deseado. Mientras, con media España de vacaciones, lo que la hace inmune al gasto energético en el hogar, la otra media, la que no puede disfrutar de ellas por falta de ingresos, verá como la luz en máximos dará la puntilla a su maltrecha economía.

La factura de la electricidad aumentó ayer un 188% con respecto al segundo martes de 2020, cuando se alcanzó 39 euros el kilovatio hora -que supone un 35% del recibo-, tres veces menos. Durante el mes de agosto ya se han dado cinco récords y todo apunta que no será los últimos. El elevado coste de los derechos de emisión de CO2 y el encarecimiento del gas natural han sido los responsables de este alza. La complejidad del recibo de la luz, con tres patas en muchos casos 'incontrolables' -el precio de la energía, la cotización del CO2 y los peajes, cargos e impuestos, que suponían hasta ahora el mayor porcentaje del recibo mensual- hacen crecer la factura final de forma independiente, con pocas posibilidades de rebaja si solo se incide en uno de los indicadores. 

Mientras, el paquete de iniciativas del Gobierno para rebajar la factura eléctrica aprobadas por el Congreso de los Diputados el pasado julio, que entre otras cosas contemplaba la rebaja al 10% el IVA aplicado en el recibo de la luz hasta final de año y la suspensión del impuesto del 7% a la generación que pagan las compañías eléctricas durante tres meses, están teniendo un efecto muy limitado por el impacto de la subida del gas y las emisiones de CO2 y, según los expertos, será incluso contraproducente por que la rebaja de impuestos afectará los ingresos del Estado.

El número de hogares vulnerables o en pobreza energética varía según diferentes estudios, pero el mínimo estaría en un 15% de un total de 18,7 millones

La electricidad, un recurso básico que debería llegar a un precio asequible y justo, un objetivo que no han conseguido las numerosas reformas energéticas puestas en marcha en los últimos años, es ya un producto de lujo para un elevado porcentaje de familias, que varía según los diferentes estudios, estadísticas o encuestas que tratan de detectar el efecto del gasto energético en los hogares, pero que en ningún caso bajaría del 15% de un total de 19,8 millones. Es decir, para casi 2,7 millones de hogares -mínimo- mantener la casa a un temperatura adecuada, preparar la comida o poner en marcha la lavadora resulta un gasto extra que no pueden afrontar con facilidad ahora, y que van a ver mucho más complicado de solventar cuando reciban una factura eléctrica en agosto mucho más cara de lo esperado.

Estudios y cifras para todos los gustos

El bono social, la ayuda que concede el Estado desde hace 11 años con el objetivo de rebajar el gasto en electricidad, llega a solo 1,1 millones de hogares de los tres millones que se alcanzaron en 2010. Tras numerosas modificaciones, un goteo de bajas voluntarias e involuntarias, fraudes y un papeleo excesivo y renovaciones periódicas, esta subvención alcanza a un número muy reducido de los que deberían acceder a ella, teniendo en cuenta además que de ese millón de bonos sociales, 300.000 pertenecen a familias numerosas, uno de los colectivos beneficiados. La ayuda máxima es de un 40% de la factura y la general, un 25%.

Al mismo tiempo, un total de 1,1 millones de hogares tienen todos sus miembros parados, pero el número total de desempleados supera los 3,4 millones, de los que la mitad está recibiendo un subsidio de rentas por parte del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que ronda los 450 euros; 200.000 están cobrando el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y otros 300.000 perciben rentas de inserción de las autonomías, que son compatibles con el IMV. Más de 2,6 millones de pensionistas reciben el complemento a mínimos, para que con su prestación puedan afrontar con dificultades los gastos diarios, mientras que la pensión más habitual se sitúa en 785 euros, un 40% inferior a la media. Sin embargo, solo hay 160.000 pensionistas con bono social eléctrico. El resto de quienes lo pasan mal cada mes, afrontará con dificultades el recibo de este mes. 

El 17% de las familias ingresan menos de mil euros al mes y uno de cada tres hogares no aguantarían más de un trimestre sin ayudas y subsidios

Mientras, según el documento 'La población en riesgo de pobreza o exclusión social en España', elaborado por el Banco de España, los hogares en situación de pobreza o exclusión social en España suman 4,5 millones, pero el bono social solo llega a 1,1 de unidades familiares. El 17% de los hogares de un total 18,7 millones tiene ingresos inferiores a mil euros netos mensuales, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que supone que casi 3,2 millones familias estarían en las franjas de vulnerabilidad previstas para el bono social. 

Un informe de BBVA Research estima que antes de la pandemia un 56,6% de los hogares -diez millones- no tenía recursos para pasar nueve meses sin ayudas, créditos o desinversiones. De ellos, un 33% ni siquiera aguantaría tres meses. Por su parte, la última Encuesta de Población Activa (EPA) dejaba patente el efecto Covid en la economía doméstica, con cerca de 600.000 hogares sin ingreso alguno. Para encontrar una cifra similar habría que remontarse a 2016. Según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, uno de cada cuatro hogares está en situación de pobreza y exclusión social y el 20%, bajo el umbral de pobreza.

Las cifras que aporta el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, desactualizadas, ya que no tienen en cuenta los efectos de la Covid, son más optimistas que el resto de los informes. Así, publicadas en 2020, pero con datos de 2019, muestran que el 7,6% de los ciudadanos no puede mantener una temperatura adecuada en su hogar, el 6,6% no paga a tiempo las facturas energéticas  -una cifra que aumenta la Cruz Roja al 13%-, uno de cada seis tuvo un gasto energético desproporcionado respecto a sus ingresos y uno de cada diez no consumía luz porque no tenía dinero para pagarla. 

Mientras, el informe 'Pobreza Energética', realizado por la Fundación FOESSA, que se dio a conocer el año pasado basado en encuestas realizadas en 2018, eleva de forma considerable los datos del ministerio. Así, señala que el 16,6% de las familias se declaran incapaces de mantener la vivienda a una temperatura adecuada, el 8% se retrasan al menos dos veces a los año en los pagos de la factura de la luz y el 17% reconoce que la luz le supone un gasto desproporcionado casi imposible de asumir. 

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