La provincia de Jaén trabaja estos meses en una de las campañas de recogida de aceitunas más importantes de los últimos años. La Junta de Andalucía estimó que solo en la provincia, que produce tanto aceite como en Grecia e Italia juntas, se superarán las 600.000 toneladas de aceite. Esta buena cosecha repercute en la contratación, que llegará a los 4 millones de jornales, y, además, coincide con la aprobación del mejor convenio hasta la fecha y el más caro del país, que paga 53,42 euros por un jornal de 6 horas y cuarto. Pese a ello, algunos agricultores están teniendo más dificultades "que en otras campañas para completar las plantillas".
El salario mínimo para los trabajadores del campo en Jaén, el que contempla las mejores condiciones de toda España, supera en más de 10 euros el salario mínimo interprofesional para los trabajadores eventuales y temporeros, es decir, aquellos cuyos servicios a una misma empresa no excedan de ciento veinte días, y que se sitúa en 42,62 euros por jornada.
La nueva tabla salarial para el campo en la provincia jiennense, que se aprobó en octubre de 2018, estableció un salario mínimo de 53,42 euros por cada jornada de 6 horas y cuarto, lo que supone una subida del 3,2% respecto a la temporada 2017-18. El salario, el más elevado de la historia, se ha actualizado al alza en los últimos años, pero esta reciente subida ha sido la mayor desde 2010, cuando aumentó un 3,7%. Es decir, desde que estalló la crisis no se había producido un avance de estas características.
En este sentido, Luis Carlos Valero, gerente portavoz de Asaja Jaén, asegura que "año tras año procuramos que el poder adquisitivo de los trabajadores no se pierda" y las actualizaciones del convenio siempre han rondado las cifras de incremento que fuera marcando el Índice de Precios al Consumo.
La situación es aún mejor en este arranque de 2019 porque el jornal para los trabajadores con máquina sube a 55,82 euros. El jornal de 53,42 euros incluye a los vareadores que trabajan de forma manual, pero en la actualidad, como explica Juan Luis Ávila, secretario provincial de COAG Jaén, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, "en casi todos los casos se va con máquina". Además, hay que tener en cuenta que el convenio recoge el salario mínimo que se debe pagar, pero que muchos productores pagan por encima para asegurarse que cuentan con la plantilla suficiente.
La campaña de estos momentos, que superará en su conjunto los 4 millones de jornales según las estimaciones de la Junta de Andalucía, acoge, además del perfil tradicional, mucha mano de obra extranjera y, tras la crisis, trabajadores del turismo y de la construcción se han reubicado en el sector.
Sin embargo, y pese al atractivo convenio, los dueños de algunos olivares se están encontrando con dificultades para completar sus cuadrillas. Juan Luis Ávila indica que el principal problema que se están encontrando es "sustituir" a los temporeros que fallan en el último momento, aunque "ni mucho menos" afectará al resultado de la campaña. Luis Carlos Valero destaca que son problemas "puntuales, pero no estructurales" que para nada han afectado la cosecha dado que "ya se ha superado el ecuador" y todo sigue adelante bajo lo previsto. "La especial incidencia suele ser la climatología, pero está acompañando", asegura.
El responsable de COAG Jaén saca algo positivo de las buenas condiciones laborales en toda esta campaña. Durante esta temporada en Jaén, una provincia con un 18% de paro, "no hay absolutamente nadie sin trabajar". Señala que en otras ocasiones "hemos visto a gente buscando por aquí trabajo", por lo que es un "factor positivo" que esto no ocurra. La campaña de la aceituna ha permitido a Jaén reducir el número de desempleados, que según los últimos datos se sitúa en 41.420, cinco puntos porcentuales menos que el año anterior.
No obstante, estos datos también responden a la temporalidad del mercado laboral en la provincia, incluso durante la campaña de la aceituna. En Jaén hay muchas pequeñas explotaciones que para la recogida de aceituna precisan de cuadrillas pequeñas. Algunos productores se juntan para compartir cuadrilla, a la que contrata para entre 40-50 días, en función de las necesidades. Pero otros productores recogen la aceituna en días sueltos y van contratando temporeros "según la disponibilidad", lo que añade inestabilidad a los trabajadores y este año ha provocado mayores dificultades para encontrar temporeros.
En definitiva, la campaña 2018-2019 se prevé que sea la segunda más importante de los últimos cinco años, además de por la cantidad por las previsiones mundiales y las expectativas de exportaciones. Mientras que la Comisión Europea estimó una caída de la producción de un 1,4% en Europa, en España se calculó un incremento de más del 26%. Por lo que, finalizada la campaña tendrán la oportunidad de vender el aceite al exterior, donde habrá menos oferta con la que competir habida cuenta de la menor capacidad de producción de los países tradicionalmente rivales al nuestro.
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