Previsiones económicas

La economía echa el freno por el alza de la energía y por la crisis de suministros

La cifra oficial del PIB se quedó en 1,1%. Se alejaba, por tanto, del avance publicado dos meses antes y que había mostrado un vigoroso crecimiento del 2,8%. 

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Foto de Markus Spiske de Pexels.

A finales del pasado mes de septiembre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los datos de crecimiento del PIB correspondientes al segundo trimestre de 2021 (recordemos, periodo en el que finalizó el estado de alarma y en el que las restricciones fueron poco a poco decayendo). Entonces llegó el jarrón de agua fría... o helada. La cifra oficial se quedó en 1,1%. Se alejaba, por tanto, del avance publicado dos meses antes y que había mostrado un vigoroso crecimiento del 2,8%, lo que había alimentado las esperanzas de una robusta recuperación económica, no solo del Gobierno, sino del grueso de analistas nacionales e internacionales que se lanzaron a una revisión generalizada al alza de sus previsiones para España. 

El asunto no es baladí, pues este inesperado ajuste obligó a rehacer casi desde cero los escenarios de previsión para 2021. Eso no es todo, porque -tal y como publica esta misma mañana La Información-el INE ha decidido convocar una cumbre al más alto nivel con analistas privados, economistas del Banco de España y altos funcionarios de la Dirección General de Análisis Macroeconómico del Ministerio de Asuntos Económicos, para tratar de explicar qué hay detrás de esa histórica revisión a la baja. 

En cualquier caso, tal y como estima como Funcas en su cuadro de previsiones económicas para 2021-2022, la corrección del segundo trimestre se verá compensado por un tercero "relativamente boyante", fruto de un fuerte impulso del turismo, más vigoroso de lo anticipado. Eso sí, "la intensificación de las disrupciones de la cadena de suministros y el ciclo alcista de costes energéticos frenará la recuperación los próximos meses. 

Rebaja en las previsiones

Las previsiones de la fundación de las cajas de ahorros no son las únicas que hablan sobre las consecuencias de este frenazo. Ese encarecimiento de la energía, la crisis de suministros, los problemas de transporte también han llevado a varios organismos internacionales, bancos y analistas a empeorar en las últimas semanas sus expectativas, que se alejan cada vez más de las proyecciones del Gobierno para 2021 y 2022. 

La estimación de cerrar este ejercicio con una subida del Producto Interior Bruto (PIB) del 6,5 %, como calcula el Ejecutivo, se sitúa cada vez a mayor distancia de las cifras que manejan la mayoría de entidades, que apuntan a una horquilla de entre el 4 % y el 6 %. Factores como el incremento de la inflación o la fuerte subida del precio de las materias primas contribuyen a ralentizar el crecimiento de la economía española, que en 2020 se desplomó un 10,8 % a causa de la pandemia.

En abril pasado, el Gobierno rebajó del 7,2 % al 6,5 % su predicción de crecimiento este año, que desde entonces mantiene intacta. Los responsables de estas estimaciones defienden que se trata de metas realistas, sostenidas en que se produzca un nuevo acelerón durante el último trimestre de 2021.

Desde el Ministerio de Asuntos Económicos argumentan con los llamados "indicadores de alta frecuencia", como los gastos con tarjeta bancaria, la afiliación diaria a la Seguridad Social y otros datos semanales o mensuales que permiten observar la evolución económica a corto plazo. Por el contrario, quienes auguran ahora un crecimiento menos expansivo citan las últimas publicaciones mencionadas del Instituto Nacional de Estadística, que reflejan un aumento del PIB en el segundo trimestre del 1,1 %, 

Prueba de esta incertidumbre son las proyecciones de la Comisión Europea, que el pasado día 11 actualizó su estimación para dejarla en el 4,6 %, lo que supone 1,4 puntos menos que su cálculo anterior; de hecho, ya sitúa el crecimiento de España debajo de la media comunitaria (5 %). El Fondo Monetario Internacional (FMI) también revisó a la baja en octubre su previsión sobre España, del 6,2 al 5,7 % anual.

No obstante, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) mejoró en septiembre sus previsiones hasta un incremento del 6,8 %. El Banco de España no actualizará las suyas hasta diciembre, aunque ya anunció que la rebajará; en septiembre pronosticaba una subida del PIB del 6,3 %.

Las dudas se extienden igualmente a 2022, cuando el Ejecutivo español confía en crecer un 7 %. Sin embargo, Bruselas ya habla de un 5,5 %, el FMI lo limita al 6,4 % y la OCDE calcula un 6,6 %. El crecimiento esperado para el próximo año incluye ya la inyección de liquidez correspondiente a los fondos europeos de recuperación postpandemia.

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