Implicará al 78,5 % del sector

El regreso de la construcción saca a la calle a cerca de 1,4 millones de personas

Unos obreros de la construcción reanudan su trabajo en la localidad sevillana de Bormujos. /EFE
Unos obreros de la construcción reanudan su trabajo en la localidad sevillana de Bormujos. /EFE
Unos obreros de la construcción reanudan su trabajo en la localidad sevillana de Bormujos. /EFE
Unos obreros de la construcción reanudan su trabajo en la localidad sevillana de Bormujos. /EFE

El regreso al trabajo en el sector de las construcción movilizará a 1.389.000 de personas en toda España a partir de mañana y la producción diaria, en condiciones de trabajo normal, alcanzará 271 millones de euros, según la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructura (Seopan).

Esta asociación calcula que el reinicio de la actividad en todo el territorio nacional previsto para mañana, martes, ya en todas las comunidades autónomas implicará al 78,5% del sector.

Añade en una nota que en la práctica será algo más dado que no están suspendidas las obras de rehabilitación en inmuebles sin residentes. El sector ha estado este lunes sin actividad en ocho comunidades autónomas por la festividad de la Pascua y, además, en la de Madrid es fiesta por convenio colectivo.

Una "deshibernación" todavía parcial

La seguridad de los trabajadores centra la vuelta a la actividad de los sectores que han parado durante la hibernación de diez días decretada por el Gobierno, un retorno que es parcial en el caso de construcción y que aún no se extiende a todo el territorio, ya que en ocho comunidades este lunes es festivo.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha calculado -con información del directorio central de empresas (Dirce)- que el 67,32% de las empresas españolas prestan servicios esenciales, según lo establecido en el decreto para la hibernación, lo que indica que ese habría sido el nivel de actividad, al menos teórico, de las últimas dos semanas, con un nivel de ocupación del 74,10 % del total.

La construcción, que supone el 12,56% del tejido productivo, ha parado estos días prácticamente al cien por cien, manteniéndose en suspenso por orden del Ministerio de Sanidad las obras en edificios habitados por el riesgo de contagio del coronavirus entre trabajadores y residentes, aunque se podrán hacer reparaciones urgentes.

El presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Juan Francisco Lazcano, ha explicado además que la actividad ha sido este lunes todavía baja porque en Madrid también es festivo por convenio.

En declaraciones a EFE, Lazcano ha opinado que la actividad "se va a poder desarrollar no a los ritmos habituales pero sí con unas producciones que mantengan el empleo" y con las garantías necesarias para la seguridad de los trabajadores.

La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructura (Seopan) calcula que el reinicio de la actividad mañana martes en todas las comunidades autónomas implicará al 78,5% del sector y a 1.389.000 trabajadores, de los que 916.740 son empleos directos y 472.260 indirectos vinculados a otros sectores industriales.

El secretario general de la patronal de la reforma (Andimac), Sebastián Molinero, ha considerado que la prohibición de llevar a cabo obras de rehabilitación y reforma en viviendas habitadas "pone de manifiesto la urgencia de que se tomen medidas específicas" para este sector, que tiene un peso del 75 % en el conjunto de la actividad residencial.

En el sector industrial la hibernación no ha sido tan generalizada como en la construcción, ya que la del papel por ejemplo se ha mantenido abierta para producir bienes básicos, como papeles higiénicos y sanitarios, envases y embalajes para comida, bebida, productos farmacéuticos o de higiene y limpieza, aunque ha extremado las medidas de precaución.

También la industria siderúrgica ha seguido fabricando productos para sectores críticos a ritmo reducido, ha explicado a EFE el director general de la patronal siderúrgica Unesid, Andrés Barceló.

Otras empresas que suspendieron su trabajo en el periodo de hibernación retomarán su actividad de forma inminente, dependiendo de los calendarios laborales, ha dicho Barceló, que ha señalado que también hay algunas que han aplazado la reapertura por falta de clientes, lo que le lleva a augurar medidas de ajuste de empleo en el sector.

En el caso de la industria azulejera, la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) prevé que el inicio de la producción y la actividad sea muy paulatino, de forma que irá ajustando la producción a la demanda de sus clientes.

En el sector de la automoción la actividad no se reanuda de momento, ya que la mayoría de las fábricas de automóviles aprobaron expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que van prácticamente hasta finales de mes.

No obstante, la patronal de fabricantes de automóviles y camiones Anfac, la de concesionarios Faconauto y la de proveedores de automoción Sernauto ya han cerrado con UGT y CCOO un acuerdo de protocolo sanitario.

Hay excepciones como la de la planta de Seat de Barcelona, donde la dirección ha planteado la reincorporación física de hasta un 25 % de la plantilla que trabaja en áreas no ligadas a la producción, lo que ha sido denunciado por los sindicatos ante la Inspección de Trabajo, al no haberse acordado las medidas de seguridad para la vuelta.

El transporte de viajeros ha aumentado este lunes, pero sigue lejos de las cifras previas al estado de alarma, ya que por ejemplo los usuarios del servicios de cercanías de Renfe en Madrid han crecido un 53 %, pero solo suponen poco más del 10 % del tráfico habitual en un día comparable.

Desde este lunes y hasta el miércoles, el Ejecutivo reparte en accesos de estaciones de transporte público y otros lugares 10 millones de mascarillas a quienes van a trabajar, con la idea de que a finales de semana sea posible adquirirlas con normalidad en las farmacias.

La "deshibernación" no supone cambios para el confinamiento, que sigue conforme a lo fijado en el decreto del estado de alarma del 14 de marzo, con lo que muchas actividades continúan paralizadas, como la hostelería y el comercio de bienes y servicios que no son básicos, en tanto que se mantiene la recomendación de teletrabajar siempre que sea posible.

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